"Harry, este es el resultado del examen de salud prematrimonial de Daphne. La forma de su himen muestra que ya no es virgen y que ha tenido un hijo antes".

Daphne Goodwin había regresado para recuperar algunas pertenencias que había dejado en la sala de examen. Sin embargo, nunca esperó escuchar a Olivia Goodwin hablar de ella con desdén.

Había levantado la mano y estaba a punto de tocar la puerta cuando sus movimientos se detuvieron en el aire. Sus pupilas se contrajeron y sus ojos se abrieron con sorpresa.

¿Había dado a luz a un niño?

¡¿Como podría ser posible?!

"¡Eso es imposible! ¡Debes haber cometido un error!"

De repente, una voz emocional vino de la sala de examen. Pertenecía a Harry Ambrose, quien no era otro que el prometido de Daphne.

Dafne se quedó helada. ¿No se fue Harry después de que terminaron con el examen de salud prematrimonial?

"Harry, soy médico. ¿Cómo pude haber cometido un error?" Olivia dijo enojada.

"No, es imposible…" la voz de Harry se apagó.

Olivia aprovechó la oportunidad y continuó: "Has tenido tus dudas sobre Daphne durante mucho tiempo, ¿no es así? ¿No es por eso que me pediste que realizara la prueba de virginidad durante su examen de salud prematrimonial? Para que estés absolutamente seguro antes de casarte con ella? ¿Por qué no me crees ahora?

¡La mente de Daphne se quedó en blanco!

Su cuerpo se puso rígido, como si hubiera sido golpeada por un rayo y no pudiera moverse en absoluto.

¿Harry había estado dudando de ella todo este tiempo? ¿Incluso le pidió a Olivia que hiciera una prueba de virginidad mientras Daphne se sometía a su examen de salud prematrimonial? ¿Él nunca había confiado en ella?

"¿Todavía te casarás con Daphne después de conocer su pasado?" preguntó Olivia.

Harry no le respondió de inmediato.

Daphne estaba tan nerviosa que apretó los puños con fuerza.

Después de una pausa por un momento, Olivia dijo apresuradamente: "Por favor, no me digas que todavía quieres casarte con ella. Harry, no seas estúpido. Quién sabe qué pasó hace un año...".

"¡Cállate!" Harry gritó histéricamente. Algo parecía haber caído al suelo al mismo tiempo, e hizo un fuerte sonido al chocar contra el suelo.

Aunque no podía ver su expresión, Daphne conocía a Harry lo suficientemente bien como para saber que sus ojos debían estar inyectados en sangre en este momento y mirando ferozmente a Olivia.

Como había pensado Daphne, a Harry todavía le importaba.

Ni siquiera podía soportar la mención de esas tres palabras. La frase "hace un año" era su tabú.

Daphne respiró hondo y abrió la puerta de la sala de examen con un rápido movimiento.

"¿Dafne?" Harry y Olivia exclamaron al mismo tiempo.

"¿Por que me estas haciendo esto?" Daphne miró fríamente a Harry.

No podía creer que este hombre la estuviera investigando en secreto antes de su boda.

Harry se congeló en el lugar por un momento antes de caminar hacia la puerta con ansiedad. Sostuvo la mano de Daphne y dijo: "Daphne..."

"¿Por qué?" Daphne estaba orgullosa y no retrocedía. Se mordió el labio y se obligó a mirar a Harry a los ojos.

"¡Daphne, detente! No debería haberle pedido a Olivia que te hiciera la prueba en secreto". Harry explicó.

La ira de Daphne se calmó un poco cuando vio el nerviosismo en el rostro de Harry.

Sin embargo, Harry no había terminado. "Sé que no debería haberlo hecho. Pero, ¿y tú? ¿No me debes una explicación también?"

"¿Explicación? ¿Qué más puedo decirte?"

"¿Alguna vez tuviste un hijo? ¿Y adónde fuiste durante todo el año que estuviste desaparecida?"

El tono frío de Harry mientras cuestionaba a Daphne la sacó de su ensoñación. Ella se estremeció. Estaba tan herida por su comportamiento que se sentía como si alguien la hubiera apuñalado con mil espadas.

Daphne se liberó de su abrazo y dijo con amargura: "Supongo que nunca me has creído antes..."

"¡Solo creo en los hechos! Y el hecho es que me estabas ocultando secretos. ¿Todavía quieres mentirme?" La voz de Harry se volvió emocional. "He sido un estúpido. ¿Cómo me has engañado durante tantos años?"

Daphne apretó los dientes y lo miró fijamente durante unos segundos antes de obligarse a sí misma a decir en represalia: "¡Ya que te preocupas tanto por lo que pasó, es mejor que nos olvidemos de casarnos!".