Home/ Dedicado al afecto por ti Completed
Se acostó conmigo solo para vengarse de mí, pero era mi único amor.
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—Ah, duele demasiado.

Daisy estaba atrapada debajo de aquel hombre, que la había forzado a hacer el amor.

Inevitablemente, no pudo más que arañar la sábana con fuerza, haciendo lo imposible por soportar la rudeza con la que la estaba tratando, así como el dolor que sentía en la parte inferior de su cuerpo.

—Daisy, grita fuerte… ¡Demuéstrame tu dolor! —Lennon Davidson presionaba la parte posterior de su cuello mientras movía la cabeza junto a la suya. Cada palabra que salía de su boca se tornaba cada vez más cruel —Te estás volviendo completamente aburrida, y ya no me atraes más como antes.

En tanto, la muchacha cerró los ojos, aún sin poder contener las lágrimas, que fluían rápidamente desde sus ojos hasta su mejilla.

De repente, el movimiento de Lennon comenzó a ser cada vez más rápido y más duro, evidenciando su aparente intención de lastimarla y torturarla. 

—Daisy, te estoy pidiendo que grites ¡Pareces un cadáver! ¡Me estás haciendo enojar!

—¿Me oíste?

Luego, la tomó del cuello y ejerció tanta presión como si quisiera estrangularla hasta la muerte.

—Duele demasiado —Finalmente la muchacha no pudo contenerse y gimió ante tanto sufrimiento.

En consecuencia, Lennon no pudo evitar experimentar una leve sensación de satisfacción y aunque soltó su cuello, comenzó a deslizarse y penetrarla profundamente con total agresividad.

Daisy estaba a punto de desmayarse cuando sonó el teléfono que se encontraba en la mesita de noche.

Inmediatamente, él se detuvo apoyando su peso sobre la muchacha y contestó la llamada.

—Qué pasa, Milena? —dijo con una voz amable y encantadora, contrastando notablemente con el tono frío y vicioso con el que se había dirigido a Daisy.

Ante aquella terrible humillación, la muchacha abrió gradualmente los ojos mientras su corazón se desgarraba en pedazos y se sujetó con fuerza de las sábanas.

—No tengas miedo. Iré de inmediato. Estaré allí lo antes posible —susurró Lennon agradablemente.

Rápidamente, su cuerpo se pegó a la espalda de Daisy y comenzó a embestirla intensamente para desahogar su lujuria sobre ella.

—Hubo un apagón en la casa de Milena y está asustada. Necesito ir con ella de inmediato. Así que date prisa y compláceme ¡Apaga mi fuego ahora!

En efecto, Milena George lo estaba buscando en ese momento, por lo que le había pedido a Daisy que lo complaciera de una manera sórdida para terminar con aquel negocio cuanto antes y de ese modo podría lanzarse a los brazos de su amada.

Sin lugar a dudas, su manera de actuar era totalmente ridícula.

—Lennon, ya que tienes prisa por buscar a Milena, ¿por qué no te detienes y te vas? —le dijo irónicamente, mientras sentía que un dolor extremo atravesaba su corazón.

Ante los ojos de aquel hombre Daisy era un pedazo de basura desechable, mientras que Milena era su joya más preciada.

—Recuerda esto claramente Daisy, eres solo una prostituta, entonces, ¿por qué te preocupas tanto por lo que tengo que hacer? —Lennon giró su cuerpo, se apoyó contra ella, la miró a los ojos y dijo en un tono vicioso— ¡Pagué por tu cuerpo y deberías brindarme el máximo placer!, ¿No es ese tu principal deber?

La muchacha cerró los ojos con dolor, ante aquella ineludible verdad. De hecho, había tomado su dinero y estaba segura de que merecía ese final.

Enseguida, los volvió a abrir con cierta dificultad, ya que en esa ocasión estaban repletos de lágrimas —Pongamos fin a todo esto, Lennon. No deseo continuar más con esta relación. Después de todo, estás a punto de casarte con Milena, y será mejor que no nos veamos, así puedes ser realmente feliz con ella.

Y en aquel momento, Lennon permaneció en silencio, mirándola fijamente con una terrible furia que desbordaba de aquellos ojos penetrantes y opresivos. 

—¿Poner fin a nuestra relación? —Agarró a la muchacha por el cuello y la apretó con fuerza—. Daisy Booth, ¿quién eres tú para pedirme que termine con esto? ¡No solo me debes dinero, también me debes la vida! —le declaró con sus ojos ferozmente rojos de la rabia.

—¡Nadie sabe sobre el paradero de mi hermana y ni siquiera estoy seguro si aún permanece viva! ¿Cómo te atreves a decir que te quieres ir? ¿Quién eres tú para decir eso? ¡Daisy Booth, deberías recompensarme por lo que has hecho por el resto de tu vida!

—Yo no causé ese accidente, realmente no lo hice.

—¡Cállate, Daisy! —Lennon apretó aún más fuerte su cuello, mientras su cara se enrojecía de inmediato, sintiéndose tan sofocada que no pudo hablar más—, vi el accidente con mis propios ojos. Fue tu coche el que se estrelló contra el de mi hermana, provocando que se cayera por el acantilado y se hundiera en las profundidades del mar. Yo mismo lo vi, así que nunca intentes negarlo. ¡Qué desvergonzada eres al tratar de eludir lo que has hecho!

¿La habría visto con sus propios ojos?

Daisy reaccionó sorprendida, ya que ella no había conducido el auto aquel día, por lo que era totalmente imposible que él hubiera sido testigo de aquel hecho.

—Te lo juro, Daisy. ¡Te torturaré por el resto de mi vida! ¡Quiero que vivas arrepentida por siempre! ¡Esto es lo que te merecías y por lo que estarás obligada a estar conmigo!

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