Prólogo

"Me encanta la forma en que siempre me mientes, Alpha".

Él mintió... Lo hizo cuando me fui a la universidad, porque todas sus promesas de que sería un mejor compañero no fueron sino eso, un montón de mentiras.

Allí estaba el Alpha bailando con ella, mirándola con amor mientras todas las manadas encabezadas por sus líderes miraban asombrados y llenos de orgullo a la fantástica pareja.

Muy pronto sonaron una serie de estruendosos aplausos, sobre un fondo de aullidos de aprobación cuando él la proclamó como su compañera. El eco de esas voces se escuchó en todos los salones de la mansión. Iba a ser ella, no yo.

A final de cuentas, él se aparearía con su amada, pero no con aquella a quien se lo había prometido.

Su mirada se encontró con la mía cuando una lágrima solitaria se me escapó por el rabillo del ojo. Entonces sus pupilas se dilataron cuando él se dio cuenta de que su pareja estuvo presente en esa ridícula parodia y que lo había estado observando todo el tiempo.

No podía soportar ese infierno ni un segundo más, por lo que sonreí fingidamente antes de levantarme y salir corriendo en agonía por el pasillo. Las defensas de mi loba estaban muy bajas y ella estaba acurrucada y gimiendo, pero no había nada que pudiera hacer para adormecer el dolor. No esta vez.

"¡Adassah!".

Escuché su grito desesperado diciendo mi nombre, tan segura estoy de ello, como de que mis tacones resonaron sobre el piso de mármol; sin embargo, me fue imposible regresar a él.

“Adassah”, gritó una segunda vez, pero yo solo aceleré mis pasos.

"¡Adassah, detente!".

Demasiado tarde, pues de repente me estrellé en contra de una enorme masa contundente y mi cuerpo voló por los aires. El fuerte impacto me lanzó hacia atrás y me golpeé fuertemente contra una pared de cemento. La parte trasera de mi cabeza se estrelló en la esquina de una montura que sostenía a un lobo de bronce gigante y la sangre escurrió desde mi cuero cabelludo hasta mis ojos.

En cuestión de minutos, escuché las sirenas de los servicios médicos de emergencia y, a través de mi visión rojiza, pude distinguir a un grupo de personas que salían de la mansión y cambiaban a su forma de lobo. Él corría gritando mi nombre muy por delante de ellos, mientras iba acercándose a mí, poco a poco.

Sentí que la oscuridad estaba a punto de tragarnos y mi loba me rogó que hiciera todo lo posible por salvarnos. Mientras un estado de profunda relajación antecedía a la inconsciencia, todo lo que podía recordar era que me estaba yendo para siempre y lo único que me quedaba eran las mentiras del Alfa.

"Miénteme Alpha".

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Me gustaría agradecerles a todos mis queridos lectores su apoyo continuo. Espero que disfruten leyendo los capítulos de nuestra serie Rejection. Por favor, siéntanse libres de comentar. Sin embargo, tengan en cuenta que existe una delgada línea entre criticar y denostar. Por lo tanto, no tolero la intimidación, los comentarios crueles, ni algún tipo de ataque. El autor necesita retroalimentación constructiva para el desarrollo de su arte. Si lees y te das cuenta de que la historia no es de tu agrado, será preferible que salgas de aquí.

Gracias de antemano.

Los quiero, XOX Nica.