About
Table of Contents
Comments (15)

  Ok, por dónde empiezo...

  Sé que podría parecer la típica chica rara y fea de la escuela, que tiene dos incondicionales amigos y que de repente el chico más guapo de la escuela se enamora de ella. Ya lo han visto muchas veces.

  Pero no creo que sea mi caso...

  Para empezar: no soy rara y mucho menos fea, al menos tengo autoestima y puedo ser tan normal como cada uno de ustedes. Me hago notar a cualquier parte que voy excepto por Chris... Pero esa es otra historia.

  Si, tengo dos amigos incondicionales, divertidos y de confianza. Sus nombres son Sally y Finn. Sally es la chica divertida, fugaz y enamorada de todos. Finn es más tranquilo, el escritor y quién derrite a todas con sus poemas.

  Por otro lado. No, no tengo a ningún chico guapo detrás de mí. Es verdad que a muchos chicos les gusta mi presencia pero nunca se ha tratado de amores imposibles, solo unos cuantos suspiros o admiraciones, nada más.

  Tampoco es la escuela. Estamos en la universidad.

  —¡Feliz cumpleaños a ti!

  Mis dos amigos aplaudieron como focas con retraso cuando me acerque a la pequeña torta con flores doradas y apague las velas que traían el número veintidós.

  ¿Donde estaba mi familia? Bueno, no podrían estar aquí, ya que, este era el campus de la universidad de Vermont y ellos estaban al otro lado del continente, más específicamente en Colombia. Si, soy Colombiana.

  Me había mudado a Vermont hace ya dos años por temas de estudio con una familia de intercambio, estuve trabajando para ellos como niñera hasta que conseguí plaza en la universidad y una buena habitación en el campus.

  Mis estudios de medicina forense requerían mucho tiempo y dedicación, así que estar cerca de la universidad y la biblioteca era de gran ayuda, lo malo era estar tan lejos de mi familia pero era lo único que extrañaba. Igual, solo hacía falta un año para terminar mi carrera.

  El leve humo de las velas hizo presencia por unos segundos y las saque para lamer las puntas que tenían pastel.

  —Espero que la bruja que tienes por compañera no nos encuentre en estas... —decía Finn sentándose en el poof a un lado de mi habitación.

  —Cállate. La invocas —dijo Sally con una sonrisa.

  —No va a venir hoy. Es viernes, ha de estar en una de las fiestas de la fraternidad —dije. La boca empezaba a hacerse agua al ver como Sally partía la torta.

  —¿No te gustaría ir a una fiesta hoy? —pregunto Sally.

  —No —dije rápidamente —. Sabes que tengo mucho que estudiar, tengo examen de química mañana.

  —Así me gusta —intervino Finn dándome un beso en la frente y sentándose a mi lado —. Dejar a un lado las fiestas por ser la mejor sacando las tripas de los muertos...

  —¡Que asco! —Sally lo golpeó.

  —Eso es lo que hace. Me encantaría ver eso.

  —Lo tuyo son los poemas —sonreí —. Y te recuerdo que la vez que viste una gota de sangre en el suelo casi te desmayas...

  —Cierto —acomodo sus gafas de marco negro en el puente de su nariz.

  Sally me dio un pedazo de pastel más grande que los otros dos. Ya saben, ventajas de ser la cumpleañera.

  —Así que... Química —Sally me miró levantando rápidamente las cejas.

  Química. Mi materia favorita y no por que me gustarán los elementos de la materia, los enlaces, covalentes y esas cosas. Era por Chris.

  ¡Oh Chris!

  Chris era el chico más guapo que haya podido ver en la universidad pero era el único que no prestaba atención a las chicas, al parecer. Y no creo que sea gay, aunque en estos tiempos nunca se sabe. Pero en fin, Chris era mi crush desde mi llegada a la universidad, pero siempre mantuve mi amor por él en silencio, al menos nunca se lo he dicho a él.

  —¿Que tiene química? —pregunto Finn con la boca llena —. ¿A quién le gusta la química?

  —¡A nadie! —me apresure a decir —. Es solo que, este examen es muy, muy importante... —le guiñe el ojo a Sally y ella sonrió.

  —Creo que ustedes están tramando algo a mis espaldas...

  —¡Para nada! —dijimos al unísono.

  —¿Que tal va el teatro? —pregunté a Sally.

  —Uf. Excelente. Este semestre ingresan más alumnos, así que posiblemente allí consiga mi próximo amor verdadero...

  —Dijiste eso con Nick y terminaron hace un mes —dijo Finn. Yo reí.

  —Nick era un idiota...

  Me sacudí las manos después de terminar mi torta y les agradecí a los chicos por el detalle. Se fueron un rato después por miedo a que mi compañera de habitación llegará. No era muy agradable con ellos, solo la llevaba bien conmigo dentro de lo que cabe.

  Como pueden ver, parece que mi vida, iniciando los veintidós, es muy normal... Pero todo se ha de salir de control ¿Acaso es una maldición?

You may also like

Download APP for Free Reading

novelcat google down novelcat ios down