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Desperté con un fuerte dolor de cabeza, el día de ayer estuve haciendo mis últimos entrenamientos me excedí con el tiempo pero dado a los acontecimientos recientes no puedo perder el tiempo, tiene un mes que encontraron muerta a la compañera del alfa, desde ese entonces se nos ordenó entrenar arduamente por qué se sentía en el aire una inminente Guerra.

-señorita diana su desayuno está listo- dijo Ines mi cuidadora y cocinera, desde que era pequeña siempre ha estado conmigo

Mientras golpeaba la puerta

-en un momento bajo Ines-

Tome una ducha, mi cambio de ropa estaba lista había empezado la primavera así que decidí ponerme un vestido morado en señal de respeto hacia nuestra ahora difunta luna, todo nuestro entorno era muy pesado, aún teníamos el dolor del vínculo roto de nuestro alfa, era soportable pero esa tristeza y dolor emanaba en nuestras entrañas.

La sala estaba despejada mi madre debe estar haciendo unas diligencias y mi padre supongo que debe estar con el alfa tratando de averiguar a los culpables del asesinato de la luna, ella había desaparecido hace una semana se había ido a visitar a su familia en su antigua manada, sus padres llamaron para preguntar por qué aún no llegaba, el alfa se puso a buscarla por su rastro pero había pasado un día era muy débil el rastro, hasta que la sintió en los límites de nuestra manada, se dice que cuando el llegó la vio dando su último aliento y ella murió en ese momento el enlace se rompió y nuestro alfa soltó un aullido, mientras toda la manada callo de rodillas frente al dolor que estaba sintiendo el alfa.

Cada que muere un compañero una parte de ti muere y si tú condición es fuerte te reestablece pero tú vida no sigue siendo la misma el vacío siempre está en ti, tu fuerza disminuye todo disminuye, por eso algunos optan por suicidarse no soportan la soledad, la tristeza ni la agonía.

El desayuno estaba listo, me tomé mi té especial, escuché la puerta abrirse de un solo golpe, mis sentido de alerta guiaron mi mano hacia mi daga, pero antes de tomarla ví a mi padre lleno de ira pasar a su oficina, ¿que habrá pasado? normalmente mi padre es un hombre fuerte sabe controlar sus emociones, pero verlo así me generó miedo casi nada logra derrumbarlo.

-señorita diana debemos irnos o se nos hará tardé - dijo Jair con una sonrisa sarcástica y juguetona, el era el que me llevaba a todas partes como mi chófer, aunque su función era cuidarme, lo he derribado tantas veces en los entrenamientos que creo que la que lo cuida era yo.

- si claro, vámonos

En todo el camino permanecimos en silencio, esa era el aura del enlace roto, no puedo imaginar cómo se sentíra ese dolor directamente.

En las puertas de la escuela había mucha más gente de lo normal, supongo que esta es nuestra nueva vida estar listos para la guerra en cualquier momento

-nos vemos a la salida y por favor ya no invites a tus amigos a dar vueltas en el coche - le mandé una mirada amenazante y burlona a Jair, está harta de pisar pedazos de comida cada que me recogía de la escuela

- fue un accidente y no volverá a pasar - me contesto Jair con una mirada traviesa.

Camine a la entrada ahí se encontraban lobos que no reconocí pero debido a su aura podría decirse que su mando era igual o un poco más que el de mi padre el beta de la manada, mi padre siempre me mantuvo al margen solo a mis entrenamientos, la fuerza que emanaba de ellos me hizo inclinar en señal de respeto, ellos no se inmutaron, solo me escanearon con la mirada de arriba hacia abajo, sentí un poco de exitacion, yo quería esa fuerza y sentir ese poder en mi, seguí caminando hacia mi salón de clases, con un brillo de ambición en mis ojos

- estás emocionada ya falta poco- dijo Angy con entusiasmo

-de que hablas -dije sorprendida y confundida

- tu transición está a un año, te imaginas conocerás a tu loba y estarás lista para conocer a tu pareja - dijo Angy mientras jugaba con mis rizos

- no tengo ánimos de pensar en eso y me sorprende verte tan activa y entusiasta, apesar de los residentes acontecimientos- la mire con curiosidad por qué parecía no afectarle cómo a todos

- no es nada de eso, también siento la agonía pero no podemos hacer nada- me dijo con una sonrisa mientras me daba una galleta como siempre.

-de verdad te amo, pero la comida que me das sabe raro y ya te lo he dicho- dije fingiendo enojo mientras mordía la galleta, la madre de Angy era una bruja y siempre me mandaba comida a través de ella para mantenerme saludable.

- sin gestos y solo disfruta del amor de mamá- me lo dijo con una sonrisa coqueta, era mi mejor amiga y siempre estaba cuidándome jamás le he podido negar nada, la galleta sabía ácido pero aún así jamás me ha ocasionado dolor de estómago.

Entramos al salón de clases mi maestra me observó detalladamente y en sus ojos tenía la mirada de decirme algo pero solo se mantuvo rígida y nos saludo a todos.

las clases fueron aburridas y pasaron sin más.

Íbamos saliendo de clases, me despedí de Angy, antes de darme mi comida de la tarde, realmente odiaba esas comidas, la mire con desagrado y tortura a la vez

- es por tu bien - me lo dijo haciendo un puchero y con una mirada de orden, su intento de dominar era muy graciosa

- los entrenamientos no me derriban, lo que me va a matar son estás comidas- le dije con una mirada de sufrimiento

Me guiño el ojo y se fue, mi teléfono comenzó a sonar,

- hija hoy no habrá entrenamiento ve a casa tenemos una fiesta en memoria de la luna- me dijo mi papá sin ningún sentimiento en su voz, estaba apunto de confirmarle pero solo me colgar.

- si papi yo también te quiero pronto estaré en casa- dije con sarcasmo después de darme cuenta que me colgó. Escuché una risa al fondo, puse los ojos en blanco

- ojalá me hablaras así de cariñosa- me dijo Jair con una mirada coqueta

- déjate de tonterías, vamos a casa hoy no habrá entrenamiento- le dije a Jair, el era mayor que yo y no ha conocido a su compañera ha recorrido las manadas más cercanas pero no la ha encontrado, así que decidió divertirse antes de encontrar a su compañera con otras chicas, solo espero que mi compañero no sea un imbécil como el.

- ya sabía lo de la fiesta a todos nos sorprendió la invitación- dijo Jair con incomodidad, tenía razón es muy extraño una fiesta cuando todos deberíamos mostrar respeto. La llamada de mi papá solo me distrajo por su manera de hablarme que no puse atención a sus palabras

- tienes razón, mi padre dijo que era una fiesta en memoria de la luna, pero ¿acaso no es para eso el luto, por qué hacer una fiesta?- pregunte a Jair con la esperanza que el tuviera mas información.

- no lose, a los guerreros se nos dió la orden de proteger la mansión y de vestir elegantes- dijo Jair con una expresión sarcástica.

Llegamos a la casa y me despedí de Jair, el arrancó el coche y se fue, entre a la casa no había nadie

- señorita le han traído vestidos para que escoja el vestido de su agrado- dijo Ines con una sonrisa tímida

- Gracias Ines iré a prepararme no quiero llegar tarde a esa gran fiesta - dije con un tono sarcástico y un poco molesto, ¿por qué haríamos una fiesta a 4 días de la muerte de nuestra luna?, Ines me miró con una mirada de tristeza, pero antes de preguntarle algo ella solo bajo la mirada y se fue. Se estaba haciendo tarde así que decidí no tomarle y me fui a mi cuarto

Cuando abrí mi cuarto mis ojos se abrieron como platos había como ocho vestidos colgados de colores muy llamativos, y estaba la tía de Jannet una compañera de clases conocida por ser de las mejores estilistas de la ciudad.

- buenas tardes señorita diana mi nombre es Karen y yo la alístare para la fiesta - se presento haciendo una reverencia y sonriendo amablemente

-buenas tardes - le contesté de forma dudosa y distante, es decir por qué ella está aquí yo planeaba hacerme una trenza y ponerme un vestido morado tenue para no llamar la atención, lo que estaba pasando aquí me confundío bastante estos vestidos eran muy llamativos y con colores fuertes y dominantes, casi gritaban soy de la realeza háganse a un lado y ahora ya estilista también, que rayos está pasando aquí, antes de agitarme más escuché un carraspeó de garganta,

- señorita diana Creo que debemos empezar o se le hará tardé - dijo Karen con una mirada de súplica

- si tiene razón empezemos- Iba a tomar asiento cuando ella se dirigió a los vestidos colgados.

- debemos escoger el vestido para adecuarlo con el peinado- me lo dijo con seriedad y respeto a la vez, quise reírme pero su seriedad me hizo voltear a los vestidos había de tantos colores que me mareaban un poco

- claro podría ser uno que no llame tanto la atención - dije mientras movía los hombros y me mordía los labios, Karen se me quedó viendo de forma curiosa y confundida

- pero señorita se me dió instrucciones de hacerla lo más llamativa que pueda - me lo dijo con seriedad y un poco mandona, me sorprendió bastante su cambio de actitud pasiva a controladora y me molesto un poco

-quien fue el que te ha ordenado esto no entiendo por qué debo verme llamativa en una fiesta de luto a nuestra luna-dije con enojo y dolor en mis palabras, le note la tristeza en los ojos al recordarle a la luna,

- su padre me ha enviado para prepararla así que terminemos con esto por favor no quiero que me castiguen por desobedecer y tardar más de lo planeado - me lo dijo de forma suplicante escogí un vestido al azar y ella arqueo una ceja en señal de desaprobación

- entonces tú escoge uno por mi - le dije en tono molesta, en el linaje de mi familia eramos de piel blanca, pero bastante blanca como si estuviéramos muertos y nuestro color de ojos era verde una clara evidencia de nuestro linaje así como nuestra cabello rojo, en cambio la realeza y por consiguiente el alfa, ellos eran rubios y con los ojos rojos.

- este resaltará su cuerpo y sus facciones digna de una hija del beta- dijo Karen con orgullo mientras sostenía un vestido rojo con destellos dorados, las mangas eran caídas para demostrar el escote de corazón aunque solo tenía 14, los efectos de mi transición próxima había hecho que mi cuerpo formará una forma de reloj de arena, a todos les pasaba los mismo un año antes de nuestro cambio, así nos preparamos para el dolor del cambio me puse el vestido y el escote era pronunciado casi asomándose al ombligo.

- pero que clase de fiesta es esta - dije con enojo y sorpresa al verme al espejo, me veía como si fuera a una fiesta de celebración, que pensará la gente al verme así, ¿Lo tomarán como un insulto?

- ahora concentremos en el peinada - dijo Karen al ignorar mis palabras anteriores. Ella me hizo una trenza solo a la mitad haciendo unos chinos con la otra mitad de mi cabello me mire al espejo me veía basta llamativa y dude bastante, Karen solo ignoraba mis muecas de desaprobación, el maquillaje no fue mejor me puso un colo rojo llamativo y me puso más color a mi para pálida.

- eh terminado -dijo Karen con entusiasmo y aplaudiendo a si misma, me mire y parecía una princesa de cuento de hadas en cualquier otra ocasión hubiera estado feliz, pero no hoy, es decir, no se siente bien, no es correcto.

- gracias por todo- le dije a Karen mientras ella me daba la espalda, al fin de cuentas ella solo seguía órdenes.

-Espere señorita diana- dijo Karen antes de darme cuenta que había puesto un collar en mi cuello, antes de reaccionar ví que era un lobo tallada en un piedra de jade que combina con mis ojos verdes era realmente hermoso.

- su padre me pidió que lo llevará hoy en la fiesta - me dijo con una dulce sonrisa antes de irse, iba tras ella pero mi madre se interpuso enfrente de mi.

- hija te ves hermosa hoy robaras todas las miradas del baile - me sonrió mientras acariciaba mi cabello. Mi madre nunca ha sido muy afectiva, pero no era mala madre solo no era buena expresando sus sentimientos

- madre no crees que es demasiado, es decir nuestra luna ha muerto hace poco, no es correcto hacer una fiesta, ¿el alfa está al tanto de esto?- le pregunto con la esperanza que me diera la razón

-hija no debes preocuparte por eso, tu disfruta esta noche, el mismo alfa ha organizado este baile no te preocupes - me miró con una sonrisa mientras se iba a su cuarto

Que diablos le pasa a esta gente últimamente respire profundo mientras salía para dirigirme hacía el coche, abrí la puerta un tanto enojada y al voltearme antes de azotar la puerta, Vi a mi padre en la parte trasera, pegue un salto y me pegue en la cabeza con la parte de arriba del coche, me metí con confusión.

- diana ya hemos hablado antes acerca de tus emociones, jamás dejes que te enemigo tenga la ventaja de conocer tus emociones - me lo dijo de forma cariñosa y amenazante a la misma vez.

- por suerte tu no eres mi enemigo- le dije mientras toma su mano para relajar mis nervios por la fiesta.

Quería preguntarle acerca de la fiesta pero, dudo mucho que vaya a contestarme con la verdad, así que solo me dedique a concentrarme en el camino pasamos 3 anillos de seguridad antes de llegar a la mansión, Jair tenía razón con la seguridad pero me pareció un poco exagerado.Abri la puerta del coche, mire la mansión, nunca había entrado el día de la coronación de la luna nunca llegó el alfa había organizado una fiesta de coronación pero decidieron aplazarla para la luna llena que sería en una semana pero todo se frustró por el secuestro y en fin ahora todo se siente incómodo y vacío

- buenas noches señorita diana - me saludo el encargado de la puerta haciendo una reverencia y sucesivamente saludo a mi padre y beta

Mi padre me indico que siguiera a delante mientras él se quedaba conversando con el encargado de la puerta.

El piso del recibidor era brilloso como si el mismo cielo estuviera a nuestros pies tenía pequeñas piedras brillosas, las paredes blancas llenas de flores brillosas, se dice que el alfa mando a rediseñar la mansión cuando conoció a su compañera, estaba tan distraída viendo el gran complejo que me use en posición de defensa cuando se ti una mano en mis espalda poniendo una mano del cuello antes de darme cuenta que era un hombre bastante apuesto mirándome con una sonrisa

- vaya presentación tan más original, su belleza no está pelada con sus sentidos- me dijo con una voz coqueta

- perdone no estoy acostumbrada a que me toque sin mi consentimiento- le contesté con molestia

- es culpa mía, pero le hable antes y no me respondió, mi nombre es Sebastián alfa de la manada vecina laguna plateada- dijo con una sonrisa engreída, destilando autoridad

Su clan siempre ha Sido amigo-enemiga con nuestro clan, nos teníamos respeto pero la amenaza latente siempre ha estado ahí,

- bueno señorita le gustaría ser mi primer baile- estiro su mano en señal de orden en lugar de pedido,. Estaba apunto de rechazarlo antes de que su mano fuera bajada por Alexander el alfa .

-La señorita diana ya tiene reservado su primer baile - dijo Alexander con autoridad y enojo mientras miraba a Sebastián.

- bueno estoy seguro que a nadie le gusta ser obligado a situaciones incómodas - dijo con una mirada juguetona mirándome esperando una respuesta a su favor, quien se a creído este tipo, se que es un alfa, pero provocar a un alfa, en su propio clan cuestionando sus decisiones, no creo que sea muy inteligente de su parte o acaso ser que ya no lo considera un alfa?

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