About
Table of Contents
Comments (4)

  Narra Samuel:

  Maldita alarma...

  Estaba despertando otra vez en mi habitación, gracias a la estúpida alarma, ya que desgraciadamente tengo que ir al instituto, sólo pensarlo me hace bostezar. Pero no podía faltar ya que si mis padres se enteran me matarán.

  Mi nombre es Samuel De Luque, tengo 19 años, tengo una vida común, básicamente, tengo todos los lujos materiales que quiera, ya que soy rico, no me gusta llamar la atención o hacérselo saber a todo mundo, porque no me importaba mucho esto del dinero, yo sería más feliz si conociera a mis padres,

mejor de lo que ya los conozco

.

  Me di una ducha, me vestí y arregle mis cosas para la escuela, dicho y hecho, salí de mi habitación y empecé a caminar directo a la cocina para comer algo ligero e irme al instituto, mientras caminaba por mi casa o mansión, como gustes decirle; saludaba a las personas que se encargaban de la limpieza, obviamente me sabía los nombres de todos/as, no era tan difícil después de vivir con ellos tantos años, además eran personas buenas y nobles, hasta podría decirse que les tengo más afecto a estas personas que a mis padres, aunque suene cruel así lo sentía yo. ¿Mis padres? Oh bueno ellos...los veo un par de veces al mes, siempre andan viajando por el mundo, de París a Italia, luego a Brasil y Noruega, así sucesivamente, vienen a casa por unos días pero se van a las oficinas y pues me quedo prácticamente sólo, de hecho convivo mucho con las personas de limpieza, puedo hasta decir que ellos son de mi familia, no me sentía tan mal con esta idea, además tenía el cariño de mis amigos y de estas personas quemen han cuidado desde que tuve mis primeros pasos.

  Yo: buenos días señoritas — dije mientras entraba a la cocina, ahí se encontraban Doña Rosa, Camila, Carmen y Sarah, todas tenían alguna tarea en la cocina.

  Rosa: buenos días niño Samuel — dijo con su tono amable de siempre, ya le había mencionado en varias ocasiones que no me llamará así, pero que se le puede hacer a una mujer como ella.

  Carmen: ¿qué le gustaría desayunar hoy señor Samuel? — pregunto mientras me servía un vaso con jugo.

  Yo: sólo pan tostado — empecé a beber el jugo y Carmen puso el pan en el tostador.

  Sarah: otra vez comerá muy poco — dijo con un leve tono molesto.

  Yo: si, es que no tengo mucha hambre, así que no me quiero ir con el estómago vacío — explique y mire como Doña Rosa negaba con la cabeza, supongo que regañándome mentalmente.

  

***

  Ya estaba caminado al instituto, hoy no tenía ganas de conducir, cosa que a todos les extrañaba, pero ni yo lo entendía. Cuando llegue a la escuela logre ver a mis mejores amigos platicando frente a la entrada del instituto, yo sólo me acerqué y empecé a saludarlos.

  Yo: Hola chavales — dije con alegría al estar con ellos y todos me vieron con una gran sonrisa.

  Luzu: mirad que ha llegado el mamon — dijo mientras me abrazaba brevemente.

  Abraham: Hola Samuel — me saludó con mi apodo, chocamos los cinco y estreche la mano de mi otro amigo.

  Miguel: hola — dijo sin más, al instante empezamos a platicar sobre cosas de la escuela.

  Abraham: ¿ya escucharon el nuevo rumor? — dijo en un susurro.

  Luzu: ¿de qué trata? — pregunto al instante, ya era costumbre que Abraham descubriera cosas antes que nosotros.

  Abraham: se rumora que la pandilla del norte vendrá a nuestro Instituto —

  Miguel: ¿qué? No nos Jodas — dijo molesto, era normal tener esta reacción, nosotros cuatro éramos algo similar a una pandilla y somos del sur.

  Yo: se supone que son heterosexuales — dije con algo de asco.

  Luzu: creo que habrá muchos problemas si ellos aparecen por aquí — dijo amenazante.

  Yo: no lo creas, eso es seguro — contesté serio.

  Miguel: ¿pero por qué vendrán? — el Instituto del norte era mixto y por obviedad las personas de ahora eran "normales" y en nuestro Instituto es de caballeros, así que aquí lo normal era la homosexualidad o la bisexualidad.

  Abraham: se dice que los expulsaron de la escuela y sus padres los mandaron acá, además porque nosotros estamos acá — con cada palabra que decía mi amigo sentía un gran enfado. Queríamos seguir con la plática, pero el timbre de entrada nos interrumpió.

  Miguel: ¿y cómo creen que se lo tome la gente de aquí? —pregunto mientras se sentaba en su lugar asignado.

  Yo: obviamente que nada bien, pero nosotros somos los representantes de esta escuela y no dejaremos que molesten a nadie de aquí — se puede decir que somos una pandilla, pero no somos de esos que tiene fama por malas calificaciones o peleas estúpidas, sino por otras cosas más importantes. Además, nosotros protegemos a los de esta escuela.

  

***

  Las clases habían acabado, todo había transcurrido con normalidad, el rumor se esparcía demasiado rápido y ni siquiera sabíamos si era un rumor verdadero.

  Luzu: chicos hay que ir al cine, buscar alguna chiquilla — dijo de forma pícara.

  Miguel: o algún chico — concluyó Miguel, Luzu y yo somos bisexuales, mientras que Abraham y Miguel son homosexuales, ya sé que es mucha coincidencia, pero nos hicimos amigos sin saber nuestros gustos sexuales.

  Abraham: vale, pues vamos — empezamos a caminar directo al cine, ya que sinceramente Nadie tenía nada mejor que hacer, preferíamos alejarnos de los problemas con nuestra compañía.

  

***

  Ya estaba oscureciendo, creo que era como eso de las 7: 20 de la tarde, después de ver una película que fue de terror y provocamos que Miguel este muy asustadizo; fuimos a comer unas hamburguesas mientras hablábamos de cosas varias.

  Luzu: la profesora está loca — dijo con asco.

  Abraham: estoy de acuerdo contigo, ella no puede pedirte eso — le dijo seguro, al parecer la profesora de literatura le pidió a nuestro amigo Luzu un acostó o lo reprobaría en la materia, por obvias razones nuestro amigo de negó y ahora está nervioso porque sus padres lo mataran si reprueba alguna materia.

  Yo: sinceramente preferiría recibir un castigo de mis padres a tener que acostarme con una mujer que nos dobla la edad — dije con obviedad.

  Miguel: Samuel tiene razón, sigue diciendo que no y cuando te den la mala calificación cumple tu castigo — dijo con normalidad.

  Luzu: vale, muchas gracias por escucharme — dijo con una pequeña sonrisa, él estaba pasando por una etapa algo complicada, su padre intento forzarlo hacer unas cosas, su madre se enteró y pidió el divorcio, su hermano menor lo culpa por la separación de sus padres y hace poco le dijeron que tiene un medio hermano de su edad y resulto ser una persona conocida. Tal vez no es un problema muy grande para algunos, pero para mi amigo es un gran peso en sus hombros.

  Yo: ya es tarde, mejor vámonos — dicho esto dejamos propina en la mesa y nos fuimos de ese lugar infestado de personas, caminamos un par de calles y nos encontramos a ciertos conocidos no deseados.

  Armando: miren quien está aquí, nada más y nada menos que los del sur — dijo en tono burlesco.

  Que un camión los atropelle, los del norte están en nuestro territorio, ¡alguien haga algo!

You may also like

Download APP for Free Reading

novelcat google down novelcat ios down