Luces intermitentes, música alta y una multitud. En el centro del salón, se pueden ver cuerpos enredados, unos meciéndose al ritmo de la melodía, otros bailando acompasadamente. También hay gente besándose o acariciándose en la pista de baile o sentados en sus mesas.

Nada especial, solo las escenas típicas de cualquier bar.

Yo en particular cuento con un minibar muy bien surtido en mi penthouse, así que no tenía necesidad de ir allí. En general, acudía a ese lugar solo para asistir a eventos sociales o a las reuniones que había sido invitada.

Pero esa noche era una excepción, ya que estaba allí con una misión muy especial.

Recién había visitado a mi ginecóloga para que me revisara y, al checar el calendario de mi período, ella dijo que existían muchas probabilidades de que esa noche yo pudiera quedar embarazada. Obviamente, yo no quería perder esa oportunidad.

Nunca había tenido un novio, ya que me enfoqué en mi carrera y no tenía tiempo para el amor. Además, los muchachos siempre se sentían intimidados por mis logros.

Es importante mencionar que soy huérfana. Mis padres murieron el día de mi graduación, cuando yo acababa de cumplir veinte años. Desafortunadamente, ellos no se enteraron de que me gradué con honores. Resulta que yo estaba a punto de dar mi discurso de agradecimiento, cuando recibí una llamada del hospital para avisarme que mis padres se accidentaron. A pesar de que inmediatamente los trasladaron, cuando llegaron era muy tarde, pues ya estaban muertos.

Debido a lo anterior, desde muy joven tuve que manejar la Corporación Internacional Cabello, la empresa de mi familia. Como siempre me gustó el diseño estudié arquitectura, sin embargo, también sabía que tenía que estudiar ingeniería para ser una líder eficaz. Así que me gradué en ambas profesiones.

Creo que nunca podré encontrar al hombre adecuado para mí, pues los hombres aman tanto su ego que no soportan una mujer triunfadora como yo.

Ocupo un lugar destacado en la lista de jóvenes emprendedoras exitosas, pero de todos modos me siento vacía.

He vivido sola desde hace seis años, pero sigo extrañando a mi familia, así que decidí formar una. Solo que no sabía cómo. Sin embargo, pronto encontré la respuesta para esa pregunta.

En una ocasión me encontraba comprando libros y me topé con una novela sobre una chica que quedaba embarazada después de tener una aventura de una noche. Esa idea se me metió en la cabeza.

De manera que decidí quedar embarazada siguiendo los pasos de ese personaje, pues consideré que esa sería la mejor forma de empezar mi propia familia. Después de todo, no necesito una pareja, ya que si tengo un hijo me bastará para sentirme completa. Por otro lado, parece que nunca encontraré al hombre adecuado para mí.

Cuando le pregunté a mi ginecóloga la fecha en la que tendría posibilidades de quedar embarazada, mi pregunta la sorprendió un poco, pero no me importó lo que pensara. Ella me contestó que, según mi período, ese podría ser mi día de suerte.

Eso fue lo que me impulsó a ir a ese bar. Allí encontraría al hombre que pudiera dejarme embarazada.

Algunos chicos se me acercaron para coquetear, pero ninguno de ellos me atrajo, así que los rechacé inmediatamente. Eran lindos, pero no del estilo que me gustan.

Pasó cerca de una hora y no había un solo prospecto. ¡Necesitaba encontrar un hombre! En realidad, no estaba segura de qué tipo me gustaría, pero iba a confiar en mi instinto.

Pasó cerca de otra hora y ya me estaba impacientando. ¿Debería pararme a bailar?

De pronto, decidí que eso era lo mejor y caminé hacia la pista de baile, me paré en el centro y empecé a moverme al ritmo de la música. Volteé hacia todos lados, tratando de encontrar a un chico para coquetear, con el único objetivo de que fuera el padre de mi hijo.

Bailé con algunos jóvenes, pero al igual que los de antes, no eran lo que estaba buscando.

'No tengo remedio', me dije a mí misma.

Estaba a punto de rendirme cuando sentí que me jalaban por la cintura.

No vi su rostro, porque me acercó tanto hacia él, que enterré la cara en su pecho, mientras él acariciaba mi cintura y nos movíamos al ritmo de la música. Pero me gustó su olor.

¡Me sentía tan emocionada, que empecé a excitarme! ¡Quizás era él!

Necesitaba darme la vuelta para mirarlo a la cara. Esperaba que su apariencia me satisficiera para elegirlo como el padre de mi hijo.

De repente, él me soltó un poco, entonces yo pude levantar la vista para mirarlo y mis ojos se abrieron con asombro cuando vi su cara.

En ese momento sonreí con satisfacción. ¡Era él! Necesitaba conseguir que quisiera estar conmigo esa misma noche.

Decir que era guapo sería subestimarlo. ¡Era el hombre más atractivo que había visto en mi vida! De pronto, él apretó la mandíbula mientras me miraba con expresión de seriedad.

Era varonil, maduro y su cabello estaba un poco desordenado, pero era evidente que se lo había arreglado así deliberadamente. Sus ojos eran castaños y profundos, sus cejas gruesas, la nariz puntiaguda, tenía los labios más atractivos que yo haya visto y una mandíbula superdefinida.

Empecé a moverme sensualmente, mientras me mordía el labio tratando de lucir sexy. Aunque, la verdad, me hubiera gustado más morder esos labios que tenía ante mí.

En determinado momento, él se me acercó todavía más, por lo que puse mis manos alrededor de su cuello, tirando de su rostro para encontrarse con el mío. Nuestros labios estaban a sólo un centímetro de distancia el uno del otro. De repente, él gimió y capturó ansiosamente mis labios con su boca.

"¿Vamos a tu lugar o al mío?", susurró con voz ronca.

¡Lo tenía!

"A un hotel", respondí.

Estaba muy oscuro, pero estoy segura de que lo vi sonrojarse. Él volvió a capturar mis labios en un beso prolongado, antes de salir del bar.

Cuando llegamos a la habitación del hotel, él volvió a besarme, con un beso suave pero muy apasionado.

De pronto, ya tenía sus ardientes labios por todo el cuello, mientras sus manos comenzaban a desabrocharme el vestido y después mi sostén, por lo que pronto él tuvo una vista entera de mi cuerpo.

En realidad, no me sentí avergonzada, pues siempre he tenido confianza en la forma en que luzco. Sé que estoy muy bien formada y que soy bastante sexy, por lo que hice un buen trabajo para excitarlo.

"¡Hermosa!", susurró y me dio otro ardiente beso.

Gemí cuando sentí su mano en la punta de mi seno, pues sus dedos me hicieron hervir de pasión.

Me acostó sobre la cama y comenzó a quitarse la ropa.

"¿Cómo te llamas?", preguntó.

Yo sonreí y dije lentamente: "No necesitas saberlo, esto será solo una aventura de una noche".

Entonces, él apretó la mandíbula y frunció el ceño. "¡Si es lo que quieres!".

En ese momento, él estaba desnudo frente a mí, por lo que vi completamente su cuerpo y tuve que tragar el nudo que se formó en mi garganta.

¡Era muy grande! ¿Lograría salir con vida después de eso?

"¿Tienes miedo?", preguntó con una leve sonrisa.

Pero levanté la ceja, tratando de parecer confiada: "¡P-por supuesto que no!".

Cuando escuché que estaba tartamudeando, tuve que cerrar los ojos por un segundo. ¡No podía lucir asustada! Si él lo creía, podría huir.

Sin embargo, no lo hizo y se rio. "¿Es tu primera vez?".

Me sentí nerviosa por su pregunta. ¿Se arrepentiría si sabía que era mi primera vez? ¡No lo permitiría!

"¿Habría algún problema?", pregunté con frialdad.

Entonces, él se sorprendió y a mí me dio pánico. ¡No! ¡No! ¡Él no podía echarse para atrás!

"¿Eso te asusta? No te preocupes, no me aferraré a ti. Nunca me verás después de esto".

Me aseguré de que no se arrepintiera. ¡Oh, no, por favor no te vayas!

Pero de pronto, él se rio. "¿Quién dijo que tengo miedo? Será un placer ser el primero y puedes estar segura de que será memorable". Luego me guiñó un ojo.

Su respuesta fue genial, así que sonreí de manera sexy.

"¿Vamos a seguir platicando?", pregunté.

Él volvió a reírse. "Eres una chica impaciente, ¿verdad?".

Yo solo puse los ojos en blanco.

Luego vi que buscaba algo en la ropa que se había quitado y metía la mano en los bolsillos de su pantalón, para sacar un condón.

"No necesitas ponerte eso. Estoy sana, además, como es mi primera vez, quiero sentir tu piel contra mi piel ¡al descubierto!" Dije haciendo mi mejor esfuerzo para sonar sensual.

Esperaba que funcionara.

Él sonrió. "¡Si mi nena así lo quiere!".

***

Niño planeado.

Derechos de autor © Annehyeong 2020

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Nota del autor

Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son productos de la imaginación del autor o se usan de manera ficticia. Cualquier parecido con eventos, lugares o personas reales, vivas o muertas, es pura coincidencia