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CAPITULO 1 LA HISTORIA DE MATHEW

15 años antes en Isla Brac

Mathew estaba al fin de vacaciones, atrás había quedado la ardua experiencia en la academia de policía y al fin de había graduado con honores, caminaba por la costanera cuando decidió sentarse en la arena de la playa a disfrutar de los últimos rayos del sol antes de ocultarse, de pronto por el rabillo del ojo divisó una figura que camino por su flanco derecho, giró su rostro con, fue cuando divisó a aquella hermosa mujer, tenía el cabello largo y rizado sus ojos estaban fijos como hipnotizada por el oleaje del mar, la observó alejarse hasta llegar a la orilla y comenzar a perderse entre las olas, tras un par de minutos al ver que la chica no emergía desde lo profundo se preocupó, y comenzó a caminar hacia la orilla quitándose algunas prendas y objetos esenciales, luego se lanzó a su rescate, al encontrarla la sacó ya inconsciente del agua, le dio RCP y respiración boca a boca incansablemente hasta que logró regresarle el aliento.

Mathew al verla abrir los ojos no pudo evitar quedar prendado de tan fabulosa belleza, su nombre era Lissette Moran hija de un acaudalado hombre de negocios en Isla Brac la cual al verlo creyó haber visto un ángel, un salvador, que podría arrebatarle el dolor de su alma dándole una nueva oportunidad de vivir.

Mathew desde ese día no tuvo ojos para otra mujer más que para Lissette, se enamoró perdidamente de ella y desde que la conoció luchó cada día perseverantemente por conseguir su amor,  hasta que un día logró convertirla en su esposa,  Lissette era la única hija de un matrimonio muy reconocido de la alta sociedad del grupo de Islas VIP en medio del océano, ella siempre se mantenía distancia como si guardara un gran rencor por ellos, haciendo todo lo que sus padres no aprobarían, incluso casarse con un simple policía novato de 25 años que ni siquiera llevaba un apellido de alta alcurnia dentro de la barrera de las Islas del sur.

Si bien durante los años de matrimonio Matthew idolatró a su esposa logrando que Lissette se enamorara perdidamente de él,  ella jamás pudo cumplir su más anhelado deseo, darle un hijo, pero aun así se convirtieron en una de las parejas más admiradas y elogiadas de Isla Brac por su idilio apasionado, pero para Mathew era notorio que ella escondía en su interior, algo oscuro, algo que siempre mantenía en su pecho como un gran dolor oculto tras una sonrisa que él no podía descifrar, los ojos de Lisette la delataban cada vez que su esposo los miraba profundamente, y siempre que preguntaba ella evadía sus respuestas con caricias y besos, sin jamás responder.

Fue así como pasaron 15 años, cuando un día de la nada mientras Matthew y Lissette paseaban por la orilla de la playa tomados de la mano que Lissette se desvaneció entre sus brazos convulsionando en la arena, Mathew en su desesperación al ver que no reaccionaba la tomó entre sus brazos y la llevó al hospital más cercano, donde se le detectó una enfermedad en etapa terminal avanzada, no importaba que intentara hacer para salvarla, Lissette moriría de todas formas y él no lo podría evitar.

Esa mañana Lissette comenzó a sentir próximo su final y aterrada despertó a Mathew que dormía junto a ella apoyado en la cama del hospital, tomando su mano comenzó a confesarle su más íntimo secreto,

-Math, amor mío tengo miedo…

-Tranquila cariño todo saldrá bien- dijo con sus ojos entumecidos

-No Math, hay algo que nunca te he dicho, pero creo que a llegado...

suspiro con dificultad

…llegado el momento de…- los labios de Lisette comenzaron a apretarse mientras su mentón no paraba de temblar

-mi amor no te esfuerces, debes descansar- la interrumpió Mathew

-No! -la mujer grito mirándolo con su mirada oscurecida, sabia que el hombre frente a ella la amaba ¿pero sería capaz de perdonar su última y mas secreta confesión? -Solo escúchame Math y no me interrumpas – dijo cerrando los ojos mientras dos gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas.

El hombre la miró confundido, curvó la comisura de sus labios, la miró con sus ojos azules profundamente y luego acotó – Esta bien te escucho-

Prométeme que … promete... me que no me juzgaras y que… y que me seguirás amando luego de lo que te revelaré – dijo la mujer cada vez con más dificultad

-mi amor no te entiendo, que ocurre, nunca nos hemos ocultado nada, que podría ser tan grave como para que temieras que dejara de amarte-

-Solo has la promesa Math, por favor prométemelo

-Está bien como quieras ¡Lo prometo!, pero nada de lo que digas me haría cambiar el gran amor que siento por ti – dijo Math apretando fuertemente su mano para darle aliento.

-Math hace 15 años antes de conocerte yo… - él trato de abrir la boca para decir algo, pero ella puso su mano frente a su rostro para detenerlo – no me interrumpas, no tengo mucho tiempo y necesito decírtelo… hace 15 años atrás antes de conocernos mi padre me… me entrego a un hombre como pago para salvar nuestro a… apellido estábamos al borde de la ruina y ese hombre ayudo a mi… mi… mi padre a cambio de... de poseerme, ese maldito abuso de mi y me embarazó, mis… mis padres me ocultaron hasta que di a luz a mi hijo, luego lo hicieron desaparecer... – la mujer comenzó a llorar, sus lagrimas no paraban de caer ante la miraba horrorizada de su marido.

-Lo abandone Math, aban… abandoné a mi hijo… ni siquiera llegue a saber si era niño o niña…- dijo con su rostro deformado por el dolor y la culpa – esa tarde cuando me salvaste en el mar, quería morir, el dolor era insoportable, pero llegaste a mi vida y todo cambio lo olvidé... pero… pero Dios me castigó y te … te arrastre con mi castigo, y no pude darte un hijo, y me odio por eso. Necesito que me perdones Math, ne… necesito que … que… - en ese instante las máquinas de vitalidad conectadas a Lisette comenzaron a dar sonidos de alerta sacando a Mathew de su mirada fija y confundida…

Estaba en estado de shock y no supo como responder a la confesión de su esposa, apretó sus puños mientras un par de enfermeras lo hacían hacia un lado para atender a su mujer que no podía respirar, de pronto reaccionó

Lisette!! Lisette!! – comenzó a gritar como loco, mientras un enfermero lo empujaba hacia la puerta – Sr debe salir, deben atender a su esposa – Mathew miró al enfermero incrédulo, luego miró hacia la cama y las máquinas que no paraban de sonar.

Al salir de la sala se sentó aturdido en una de las sillas de espera, repetía una y otra vez las palabras de Lisette en su cabeza, -un hijo… ella tuvo un hijo, ¿porque no me lo dijo?, ¿porque lo ocultó?, pudimos buscarlo y criarlo juntos…

Tras unos 30 minutos las enfermeras y médicos salieron de la sala, Mathew con los ojos enrojecidos e hinchados se acercó, - ¿Cómo esta doctor? – el medico bajo la mirada, y apretó los labios – lo lamento, Sr. Summer puede ser que su esposa no pase la noche, debería quedarse a su lado y prepararse para lo peor. -

Las palabras del medico calaron hondamente en el corazón de Mathew desatando su mas profundo miedo, perder a su esposa, al amor de su vida, como afrontaría la vida sin ella, sollozo desconsolado, cuando logro calmarse respiro profundo y volvió a entrar a la sala para pasar los últimos momentos que le quedaban a su esposa a su lado.

-Regresaste- dijo Lisette con un susurro mientras la máscara de oxígeno le cubría una leve sonrisa

-aquí estoy… a tu lado, mi vida…- le respondía Mathew mientras besaba su mano y la acariciaba por sus mejillas…

- ¿me perdonaste?...

-no hay nada que perdonar, sufriste en silencio por tantos años, fuiste una victima de toda esta historia, perdóname tu, por no darme cuenta y por no haber insistido mas en saber lo que te atormentaba… - le habló mientras acariciaba su cabello…

-Math… quiero pedirte algo mas-

-lo que quieras solo pídelo

- Encuéntralo, prométeme que lo en…encontraras y le … darás to…do lo que es mio… todo.

-te lo prometo, lo encontraré, y le entregare todo lo que es tuyo, todo. – dijo cerrando los ojos mientras escapaban las lagrimas de sus ojos y se le quebraba la voz, sabia que Lisette se estaba despidiendo.

-gracias…fue.. fue.. mara.. vi.. llozo ser… tu es.. po.. sa te…te a...a...am…- piiiiiiiiiiii –

Tras el pitido de la maquina se escucho un grito desgarrador -¡Nooooooooooooo! ¡no, no! ¡cariño despierta!, ¡mi amor por favor no me dejes! Gritaba al borde de la locura mientras examinaba y movía el cuerpo de su esposa con la esperanza que volviera a abrir los ojos.

De pronto sintió un fuerte jalón por detrás y el luchó por no separarse de su esposa.

-Sr. Summer por favor debe salir, déjenos hacer nuestro trabajo- Mathew que estaba en shock soltó a Lisette mientras veía como el medico traía el reanimador y lo miraba con una mirada de lástima… -Sr. Por favor debe salir- repitió la enfermera empujándolo afuera de la sala.

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