Sentada en el balcón, con el ultimo libro comprado en mi ultimo viaje al exterior ... vino a mi el recuerdo de ese momento en mi vida cuando lo conocí a él y me encontré a mi misma.

El clima últimamente era demasiado caluroso y permanecer encerrada todo el día con el aire acondicionado, no era una opción saludable, así que leer en el balcón con la poca brisa que había era una mejor idea.

Era una de esas veces, cuando tu mente divaga y te quedas viendo al horizonte con la mente en blanco y el recuerdo llega a ti...

Así fue como empezó a recordar, una historia que sucedió hace 15 años...

Siempre me he preguntado... que hubiera pasado ¿si yo hubiera ido aquella vez?...

Ava ahora una mujer de 30 años con una carrera exitosa como escritora de libros para niños, una hija y un esposo amoroso recordó, aquel verano en que su vida cambio.

Hija de padres divorciados, hija única, Con una infancia solitaria debido al trabajo de su madre había crecido sin hermanos y sin amigos fijos debido a las constantes mudanzas que el trabajo de su madre implicaban. Recordaba esos años con tristeza, hasta que la ultima mudanza en su adolescencia la llevaron a una ciudad que cambio todo, desde su forma de ver la vida, hasta la forma en que se percibía así misma.

La vida le tenia preparada muchas sorpresas para una chica solitaria... Jamás pensó que estaría en medio de una disputa entre dos chicos que llenarían su vida de aventuras, conflictos y muchas emociones a flor de piel. Ella que nunca había recibido afecto por parte de otros, se vio llena de atenciones y en medio de una contienda por tener su atención pero por sobre todo, ganarse su amor.

Un amor que la llenaría toda la vida, que le daría amigos incondicionales para toda la vida.

En aquellos días ella se sentía poco agraciada con su 1.60 de estatura, piel aceitunada, cabello castaño largo ondulado, cuerpo delgado con algunas curvas heredadas por su abuela materna descendiente de Cubanos. Lo que mas le agradaba en aquel entonces y ahora en el presente eran sus ojos color miel grandes que parecían sonreír con vida propia, sus largas pestañas oscuras eran el marco perfecto para esos ojos.

Su abuelo materno siempre le recitaba un poema debido a esos ojos...

"Ojos que nunca me veis por recelo o por decoro, ojos de esperanza y oro, fuerza es que me contempléis, quiero que me consoléis, hermosos ojos que adoro".. le decía su abuelo cada que la veía llegar,

Esas palabras las guardo en su corazón por mucho tiempo... hasta el día en que el hombre mas hermoso del mundo en toda la extensión de la palabra... Baek le dijo las palabras que hasta el día de hoy... jamás olvidaría!

Cualquiera en su sano juicio, se habría vuelto loco por ti...