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¿Cómo fingió pobre un hijo de una familia adinerada?
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En un restaurante dentro de la universidad llamado Dicos, una hermosa joven de cabello largo estaba sentada en una mesa comiendo papas fritas, mientras hojeaba su celular y balanceaba sus largas piernas blancas, frente a ella se podía ver montones de alitas asadas, hamburguesas y jugo de naranja. En la mesa de al lado, un chico leía atentamente su libro, frunciendo el ceño de vez en cuando, pues parecía que estaba reflexionando sobre algún conocimiento profundo.

Esta era una típica escena en el campus, chicas despreocupadas jugando con su celular y chicos estudiando muy concentrados. Después de un rato, la chica se estiró, miró el montón de comida frente a ella, hizo un puchero y se levantó para marcharse. De repente, el chico que estaba a su lado, se dio cuenta de que la chica se había ido y fijó sus ojos en la comida que había sobrado en su mesa. Al no ver a nadie alrededor, se dirigió rápidamente a la mesa; parecía ser muy hábil y experimentado para hacer estas cosas.

El chico comió locamente las papas fritas dejadas por la chica mientras hablaba consigo mismo: “Maldita sea, es tan rica. Ha dejado tanta comida, ¡Qué desperdicio! Es un pecado botar todo esto, la ayudaré a liberarse de esta carga”.

Aunque la chica había tomado un poco del jugo de naranja, era obvio que al chico no le importaba y lo bebió con normalidad. De repente, sintió un viento frío y levantó la mirada inconscientemente; la chica que acababa de marcharse había regresado y lo miraba con cara de terror, no podía creerlo: “¡Dios mío! Te comiste mi comida tan pronto como fui al baño...”

No podía creer, que en esta sociedad, especialmente, en la universidad, ¿Todavía existía gente que comía las sobras? ¿Podía existir personas tan pobres? Al ver esta escena, algunos estudiantes que estaban a su alrededor se quedaron mirando al chico muy asombrados, mientras él se disculpaba: “Lo siento. En serio, lo siento mucho”

El chico se puso de pie con torpeza y se fue apresuradamente bajo los ojos de la multitud; al salir de Dicos, murmuró para sí mismo: “¡Ay no! Pensé que ya no comería más. ¡Maldita sea! Parece que tengo que asegurarme de que la otra persona se haya ido completamente antes de que pueda comer la próxima vez”

Luego, añadió con remordimiento: “Por desgracia, yo, Yitao Lu, ya he estado en esta situación tan terrible. Si no fuera porque no tengo dinero, ¿Quién diablos haría algo tan vergonzoso?”

Yitao suspiró y tocó su barriga, afortunadamente, había comido rápido y estaba medio lleno, así que regresó a su habitación para descansar. Tan pronto como entró, se acercó un chico con cabello corto, era su buen amigo, Tony Zhang, que le dijo: “Yitao, Lixin Lee acaba de irse y me ha dicho que te devuelva esto”

Tony le entregó un celular Oppo-R17. Al verlo, Yitao no pudo evitar sentir un dolor profundo en su corazón, pues Lixin era su exnovia. Hace tres días, habían puesto fin a su relación, esto fue propuesto Lixin. Yitao había trabajado durante un mes para ahorrar más de 3.000 yuanes y comprarle un buen regalo de cumpleaños.

Yitao todavía recordaba lo feliz que estaba Lixin cuando recibió la sorpresa, fue tan dulce. Ahora, era evidente que se lo devolvía porque no le gustaba, al encenderlo pudo leer un mensaje en la pantalla: “Aquí está tu teléfono basura, que me regalaste, pues nunca lo podría usar. Mi novio me ha comprado el nuevo iPhone X, ya que me ama tanto y nunca podrías compararte con él”

Yitao se burló: “¡Qué gracioso! Después de todo, lo único que le preocupaba era el dinero” Pues como él no podía darle sus gustos, lo dejó por alguien mejor.

Tony le respondió: “Yitao, tómalo con calma. Te he dicho que Lixin no es como nosotros. Ella es demasiado hermosa y coqueta, con piernas largas, hermosa figura, rostro rosado, y generalmente se muestra encantadora o atractiva. Generalmente frecuenta a los hijos de las familias ricas que gastan dinero en banalidades, por lo que no se mezcla con gente común como nosotros porque no tenemos dinero”

Luego, pensó unos segundos y añadió: “Además, ¿Has hecho el amor con ella?”

Yitao respondió: “No, todavía no”

De repente, Tony se levantó y le preguntó con una mirada de angustia: “¡Oh, no! ¿Cómo pasaban cada noche de los días festivos en la misma habitación cuando viajaban?”.

Yitao contestó: “Pedimos una habitación doble y dormimos en camas separadas. Así que no pasó nada”

Tony exclamó sorprendido: “¡No puede ser! ¡Has perdido cientos de millones!”

Cuando pensaba en ello, todo lo que le decía Tony era cierto, su situación le pareció muy lamentable. Sin embargo, realmente le agradaba y respetaba a Lixin, por lo que nunca le ofreció nada de eso; pero Yitao volvió a pensar en el celular que le había devuelto. El único beneficio de aquella ruptura era que finalmente podía cambiar su antiguo Nokia; en este momento, llegó un mensaje de texto en al celular nuevo.

“Después de la reunión con la familia, se ha llegado a la conclusión que el límite de tres años ha expirado. La prohibición de Yitao, el nieto de la generación Tian, ha sido anulada. Desde el día en que reciba este mensaje, usted podrá disponer de toda la riqueza familiar”

Yitao se quedó mirando este mensaje perplejo, no lo podía creer lo que leía: “¡No puede ser! ¿La prohibición se ha levantado? ¿Puedo disponer de todo mi dinero ahora? ¿Ya no necesito fingir ser pobre?”

Este mensaje fue recibido por medio del celular de Lixin, pero Yitao no se sorprendió, ya que cuando lo compró, había entregado este número a su familia. Él quería darle una sorpresa a Lixin, pues si no rompían y si Lixin seguía usando tanto el teléfono como el número, entonces habría recibido este extraño mensaje. Luego, le confesaría que pertenecía a una familia rica y muy bien posicionada, así Lixin se llevaría una gran sorpresa. Pero, irónicamente, Lixin rompió con él porque era pobre, y le devolvió el celular antes de que llegara el mensaje; pues nunca se hubiera imaginado que Yitao pertenecía a la alta sociedad.

Yitao dijo para sí mismo: “Ahora que se ha levantado la prohibición, puedo disponer libremente de mi dinero ¿Qué estoy esperando?” Salió de la universidad rápidamente y llegó a un magnífico edificio de estilo europeo en el centro de la ciudad.

Delante del edificio estaban estacionados todo tipo de vehículos lujosos, la mayoría de ellos pertenecían a personas de negocios muy exitosas que entraban y salían del edificio, las cuales vestían trajes caros. En comparación con esas personas, la ropa que vestía Yitao estaba muy deteriorada, pero no mostraba vergüenza en su rostro. Respiró profundamente y entró al edificio con la cabeza en alto, sobre este se podía leer dos grandes palabras: “Flower Bank”.

En el vestíbulo principal, una mujer vestida con un traje negro miró a Yitao con una sonrisa y le preguntó: “Hola, señor, ¿En qué puedo ayudarlo?” Aunque su expresión era amistosa, solo lo hacía por compromiso, pues sus ojos no podían ocultar el desprecio que sentía al verlo.

En efecto, el hombre frente a ella vestía ropa ordinaria, y tenía probablemente unos veinte años, a simple vista era un estudiante fracasado que venía del campo a buscar suerte a la ciudad. Si no fuera porque su trabajo demandaba atender a todos los clientes que entraban al banco, la mujer no le dirigiría ni una sola palabra al chico.

Al ver a la mujer, Yitao pensó: “¡Dios mío! El nivel del banco internacional es realmente alto. Pues esta mujer es muy hermosa, tiene un rostro blanco, una hermosa figura con unas pantorrillas suaves y esbeltas debajo de la falda. Parada ahí, ¡Se ve realmente como una diosa!”

Yitao le respondió: “Sacaré algo de dinero”

La mujer le preguntó: “Bueno, para retirar dinero. ¿Tienes nuestra tarjeta bancaria?”

Yitao se rascó la cabeza y contestó: “Emmmh, no”

Cuando la mujer escuchó se dio cuenta de que no tenía ningún documento para realizar los trámites, sus ojos se llenaron de un profundo desdén. Desde que Yitao había entrado al banco, ella lo trató con un poco de desprecio por como lucía, solo porque era muy profesional en su trabajo toleró hablar con él. Ella pensaba que el pobre hombre con aspecto de estudiante acababa de entrar a hurtadillas al banco, solo porque tenía curiosidad de ver cómo era el interior de un magnífico edificio.

Después de todo, el estatus y los negocios de Flower Bank estaban fuera del alcance de la gente común y corriente, los que venían aquí para hacer negocios eran todas personas con buenas posiciones sociales. Con la edad de Yitao, era imposible que tuviera algún negocio en Flower Bank; al escuchar su respuesta, estaba más convencida de su opinión acerca de él, así que en cuestión de segundos su amable sonrisa desapareció.

Luego, con un tono sarcástico respondió: “Lo siento, señor. No puede retirar dinero si no tiene nuestra tarjeta; además, no será fácil para usted solicitarla. Debido a que debe proporcionar un comprobante de activos y tener más de un millón de yuanes en su cuenta antes de poder solicitarla. Cuando abres una cuenta, el depósito de la misma también debe ser superior a 100.000 yuanes. Por lo tanto, si no tienes nada más que hacer aquí, le pediría que se retire”

Desde que había entrado al banco, la mujer había despreciado indirectamente a Yitao, pero ahora simplemente había revelado su verdadero comportamiento al decirle que se fuera de ahí. Cuando estaban terminando de hablar, otra pareja de mediana edad entró al pasillo, vestidos muy elegantes.

De repente, la actitud de la mujer cambió y los saludó con una sonrisa amable: “¡Señor y Señora Wang, es un gusto volver a verlos hoy! ¿Qué puedo hacer por usted?”

La pareja miró a Yitao e hicieron una mueca de disgusto, como si fueran degradante estar al lado de él, y preguntaron incómodamente: “Zheng, ¿Por qué siento que la categoría del banco está bajando, y está recibiendo cualquier tipo de clientes?”

Bueno, algunas personas siempre tienen un sentimiento de superioridad y desprecian a los demás, que no se encuentran en su mismo nivel social. Al escuchar esto, la mujer se disgustó con la presencia de Yitao aún más que antes, pues no valía la pena que el chico ofendiera a los presentes, así que respondió: “Sr. y Sra. Wang, ha habido un malentendido”

Frunciendo el ceño, miró a Yitao con impaciencia y le dijo: “¿Por qué sigues aquí? ¿Quieres que llame a seguridad para que te saquen de aquí?”

Yitao respondió sin dudarlo: “Lo siento, creo que no estás calificada para encargarte de mis asuntos” Mientras se dirigía hacia una puerta en la esquina del pasillo, que decía: “Oficina de recepción de invitados VIP”

Al ver lo que estaba haciendo, la mujer corrió con sus tacones altos, persiguiendo a Yitao a toda prisa, mientras le gritaba: “¡Tú, vuelve!”. Aquella sala VIP solo era atendida por los directores del banco.

Si este tipo entraba por la fuerza a esa oficina, el gerente la culparía y definitivamente lo pasaría mal. Ahora, la mujer estaba segura de que Yitao debía ser realmente un fracasado; sin embargo, debido a los tacones altos no pudo alcanzarlo. Así que cuando llegó hasta él, Yitao ya había atravesado la puerta, como la mujer solo era una empleada más en el vestíbulo del banco, no se atrevía a entrar sin permiso. Entonces, cuando vio a Yitao irrumpir en la sala, no se atrevió a seguirlo, pues temía ser castigada por el jefe. La mujer dio un pisotón de impotencia en medio del pasillo y dijo deprimida: “¡No puedo creer que haya tanta gente malvada en el mundo!”

Al ver lo que sucedía, la pareja de apellido Wang se dio cuenta de los pensamientos de la mujer y la consoló enseguida: “Zheng, no te preocupes. Si tu jefe te culpa por ello, Le diremos que fuimos testigos de que el chico entró sin permiso. ¡No fue tu culpa!”

La mujer dijo apresuradamente: “Bueno, eso estaría bien. Gracias, Sr. y Sra. Wang” Sintiéndose un poco aliviada.

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