'¿Oíste?' 

'¡Vera Grant se acostó con un camarero de hotel!'

Las palabras se dirigieron a Vera como un arma fría. Después de leer el chat, ella sintió un vuelco en el corazón.

Esa acusación impúdica le sentó fatal. Quiso defenderse, pero no supo cómo.

Tenía la cabeza hecha un lío, y ni siquiera recordaba lo que había pasado anoche.

Lo único que sabía era que su novio Mike había contratado a alguien para que la llevara al hotel.

En su teléfono continuaban apareciendo mensajes del chat grupal de la familia Grant.

La mirada de Vera se detuvo en las numerosas imágenes que aparecieron en su pantalla. No aguantó más y abandonó el chat grupal. Se entristeció al darse cuenta de que su hermanastra Carey era una de las personas d*snudas que aparecían en las fotos.

Ella tomó un taxi hasta la casa de Mike. Al llegar estaba lloviendo, y apenas podía ver bien.

Tan pronto como se acercó a la villa, vio dos figuras sin ropa en la ventana del segundo piso.

Cuando reconoció la voz agitada y ronca de su hermanastra, se sintió abatida.

Afligida, subió las escaleras hasta el segundo piso. Pudo oír la jadeante voz de Carey y las provocadoras respuestas de su novio. Sus ruidos de placer se escuchaban por toda la villa, destrozando su corazón.

"¡Cariño, qué fuerte eres! Vera es muy afortunada", exclamó ella.

"Estás equivocada. Eres la única que disfruta esto. ¡Nunca lo ha hecho conmigo, es una puritana!", se quejó él.

La habitación se llenó de gemidos y súplicas de Carey.

Vera no pudo aguantar más. Sin darse cuenta, se tapó los oídos y sintió una gran tristeza. Vino aquí en busca de consuelo y una explicación, pero la situación se había convertido en una pesadilla.

"Mike, ella volverá a tu villa hoy, en caso de que..."

"¿No sería mejor que nos atrapara? ¿Ah?", la interrumpió.

"Bueno... sí que eres atrevido", dijo ella entre risas.

En el exterior se oyó un trueno y empezó a llover a cántaros, pero las risas en la habitación eran más fuertes. Vera se limpió las lágrimas y abrió la puerta con lentitud.

Después de que la puerta se abriera, Mike y su hermanastra se detuvieron. Se dieron la vuelta para mirarla, pero ella se quedó callada. Con indiferencia, él alzó la cabeza de Carey y le dijo: "Eh, sigamos".

Él la ignoró y complació descaradamente a su hermanastra en su presencia. Por pura venganza y despecho, él intensificó sus movimientos de forma provocativa.

Entonces, ella volvió en sí. Se acercó corriendo y le dio una patada en la entrepierna.

Por lo que, Mike comenzó a gritar de dolor: "¡J*der! ¿Te has vuelto loca?"

Conforme hablaba, sintió que un aura fría y despiadada se abalanzaba sobre ella. Sin que pudiera esquivarlo, él la agarró del brazo y la lanzó contra la puerta sin contemplaciones.

Sus miradas se cruzaron.

Vera sonreía con desprecio, mientras que su novio estaba muy molesto.

"Mike, ¿no crees que eres repugnante?"

"¿Soy repugnante?" Y como si hubiera oído un chiste gracioso, le dijo con sarcasmo: "Te has acostado con un camarero de hotel. ¿Cómo te atreves a decir eso de mí? Mírate en el espejo y verás lo desagradable que eres".

De inmediato, la mirada de Vera se volvió sombría. Descubrió que ya la había juzgado sin antes darle tiempo para explicarle las cosas.

Entonces, ¿para qué volvió a toda prisa?

De repente se sintió muy ridícula. Su amado, con el que había pasado tanto tiempo, era igual que sus parientes.

¿Tuvo la mala suerte de conocer a un mal hombre? ¿O simplemente era tonta por pensar que podía confiar en el mundo y la naturaleza humana?

"¿Cuánto tiempo llevas con Carey?"

Había muchas cosas que quería decir, preguntar o explicar, pero al final, solo pronunció esta frase.

"Hemos estado juntos desde la noche que te fuiste al extranjero. ¿Estás contenta con saberlo?"

"Ah..."

Vera se levantó con una sonrisa. Se dio la vuelta y se marchó sin ningún reparo.

Al salir de la villa, su semblante no mostraba ninguna emoción. No sabía adónde ir ni qué hacer.

Se sintió afligida al ver que había sido tan ingenua como para creer en la bondad de la humanidad.

¿Tuvo la mala suerte de conocer a un mal hombre o fue una tonta al creer que el amor y la confianza podían vencerlo todo?

«Quizás era hora de acabar con todo», pensó ella, pues sentía que nadie se preocupaba por ella.

De repente, su teléfono recibió un mensaje de un número desconocido: 'En vista de los problemas creados, casémonos'.

"¿Casarnos?" Los ojos de Vera se abrieron de par en par, sorprendida.

¿Se trataba del camarero del hotel con el que había estado la noche anterior?