Aina

　　Mi mejor amiga decía que mi gran amor platónico elrubius se notaba ser un ser fastidioso, morboso y cansón. Yo no le creí, hasta que lo conocí.

　　Mi nombre es Aina Velandia, tengo 18 años y en la escuela me dicen "la niña" y no por mi edad, si no por que mi cara era "tierna" según ellos.

　　Vivía en Colombia en una familia de pocos recursos pero sin embargo éramos muy felices.

　　Mi prima, Mónica, era como mi hermana, la que siempre sacaba la cara por la familia y ganaba dinero en donde fuera. Pero mi vida cambio cuando consiguió un nuevo empleo.

　　Estaba en mi habitación con el móvil en manos horizontalmente viendo vídeos de Rubius, mas que todo los antiguos me hacían reír a montones, no importaba cuantas veces lo mirara. Me encantaba, como persona y físicamente, era hermoso en todos los sentidos.

　　— ¡Aina, ya llego Mónica! — grito mi mama desde la cocina.

　　Mi prima, aunque vivía al otro lado de la ciudad siempre me visitaba y mas ahora que no tenia empleo.

　　Baje rápidamente y me encontré con ella. Una hermosa morena mas bajita que yo, tenia una hermosa sonrisa y me recibió con un fuerte abrazo.

　　— Bueno, quiero que me cuentes como te ha ido en la escuela... — dijo.

　　— Es una zorra, la odio, sinceramente me hace la vida imposible...

　　Le comentaba de mi archienemiga mortal, Laura, una asquerosa que me había quitado mi novio. La odiaba.

　　Mi prima no dejaba de sonreír, como si le hubiera contado el mejor de los chistes.

　　— ¿Por que sonríes? No ves que estoy sufriendo por culpa de esa desgraciada... — dije

　　— No sabes lo hermosa que te ves cuando te enojas — río — es como un minion con rabia

　　Sin querer reí.

　　— Basta... — dije ofendida — ya dime ¿por que tanta felicidad?

　　— Promete, que no vas a gritar...

　　— Lo juró — levante mi mano.

　　— Conseguí trabajo, pero no es aquí en Colombia — eso me entristeció — es en España.

　　Me alegre por ella, España es un país hermoso y seguro le iría muy bien.

　　— Eso es excelente y ¿Qué puesto es?

　　— Bueno... Es algo raro, pero pagaran muy bien. Es con un chico... Para editar sus cómics...

　　— ¿Qué chico?

　　— Un famoso — sonrió — y lo conoces muy bien...

　　Miles de personas se me pasaron en la cabeza, pero jamás pensé que diría...

　　— Es el Rubius...

　　Mi mama llego corriendo a la habitación por culpa de un grito mío que se escuchó hasta Uganda.

　　— ¿Qué pasa? — dijo asustada

　　— Solo le comente mi nuevo trabajo... — dijo Mónica, pues yo tenia enterrada la cara en una almohada, ahogando mis gritos.

　　Sentí que mi madre se acercaba a pegarme con el trapo de cocina, se molestaba cuando gritaba de esa manera.

　　— Ya te he dicho que no grites, me pones nerviosa...

　　Dicho eso salió de la habitación y yo mire a mi prima con ojos de amor.

　　— Preséntamelo por favor, por favor, por favor...

　　— Me pones esos ojitos y difícilmente digo que no... Pero tengo que hacerlo — puse cara triste — por ahora — volví a sonreír — tengo que conocerlo y tienes que esforzarte por conseguir para tu pasaje a Madrid puesto que a mi el me lo pagara...

　　— No puedo creer que seas tan de buena suerte... Voy a hacer lo que este a mi alcance para visitarte...