Home/ Convertirse en su amada tras el divorcio Completed
Mi marido intentó asesinarme a mí y a mi hijo nonato porque nuestro matrimonio concertado arruinó su oportunidad de estar con su novia de la infancia.
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Después de que Katherine Gilbert revisó los resultados de sus análisis médicos, se quedó parada mirando desde lejos a Charles Roulstone, en uno de los pisos superiores del hospital.

Estaba feliz y muy emocionada, ya que por fin había quedado embarazada.

Sin embargo, de repente le entró una duda, ¿la trataría mejor su marido si le contaba las buenas nuevas?

No había duda de que, una vez más, ella estaba siendo un poco negativa.

Al darse cuenta de que estaba pasando algo, Charles la miró fríamente. "Katherine, lo nuestro fue un matrimonio arreglado, además ya obtuviste lo que deseabas. ¿Qué más quieres?".

"Lo sabes muy bien", replicó ella, sintiéndose patética. "Pero tengo una buena noticia que compartir contigo. Estoy segura de que ahora sí...".

"¿Cómo podría ser una buena noticia algo relacionado contigo?", la interrumpió Fiona Johns, justo cuando había empezado a hablar.

"¡Katherine, déjate de juegos! ¡Charles está muy disgustado contigo, porque utilizaste las empresas de sus familias para que se casara contigo! ¿Ahora con qué nos amenazarás? ¡Estás yendo demasiado lejos!".

Mientras hablaba, Fiona se acercó lentamente a Katherine y en el camino, fingió tropezar y torcerse la pierna.

De inmediato, Charles corrió rápidamente para ayudarla y le dijo con voz suave: "Ten cuidado, no me gustaría que te lastimaras".

Acto seguido, él enfrentó a Katherine para reprenderla: "¿Estás ciega? ¿Cómo pudiste hacerle esto? ¡Ella está embarazada!".

"¡Yo no hice nada!".

De cualquier manera, él no quería escucharla. "Te lo advierto. No te atrevas a hacerle nada a Fiona, o te haré la vida imposible".

Esas palabras dejaron devastada a Katherine.

Había estado casada con él por dos años, pero durante todo ese tiempo, Charles ni siquiera la había mirado, ya que su matrimonio había sido arreglado por sus familias y le quitó la oportunidad de estar junto a su amada Fiona.

Antes de casarse, Charles les prometió a sus padres que nunca volvería a ver a su novia, pero ahora ella había regresado a Riverdale y llevaba a su hijo en el vientre.

Katherine frunció los labios, reuniendo valor para preguntar: "¿Qué quieres decir?".

"Es verdad, me olvidé de avisarte".

En ese instante, Fiona caminó hacia ella con toda normalidad, como si nunca se hubiera torcido el tobillo, y sacó su teléfono para mostrarle las fotos de su boda. "Mira, ¿verdad que son lindas? Nos las tomamos la semana pasada".

Al mirar esas imágenes, ella se puso pálida.

Las tomaron una semana antes, cuando ella padeció las peores náuseas matutinas de su vida. Recordó haber llamado a Charles varias veces para rogarle que fuera a casa y la llevara al hospital.

Pero antes de que ella pudiera hablar, él dijo que estaba ocupado y le pidió que acudiera al mayordomo para resolver cualquier asunto.

En ese momento, ella se dio cuenta de que solo fue una excusa, porque él estaba ocupado tomándose esas fotos con Fiona.

Katherine ignoró las burlas de la otra mujer y se concentró en Charles. "Hace tres meses, durante ese viaje de negocios a Nueva Zelanda, fuiste a verla a ella, ¿verdad?".

Él se quedó viendo su pálido rostro y se dispuso a responder, pero antes de que pudiera abrir la boca, Fiona intervino.

"No, ese realmente fue un viaje de negocios, pero después fuimos juntos a las Maldivas", dijo frotándose el vientre.

A pesar de no decir explícitamente que su bebé fue concebido mientras estaban en las Maldivas, sus acciones lo dijeron todo.

Katherine se casó con su marido el año en que él se hizo cargo de Roulstone Ventures.

En ese momento, Charles estaba tan ocupado con la empresa que no tuvo tiempo de tomarse las fotos de boda, por lo tanto, ella trató de disculparlo, convenciéndose de que él realmente estaba concentrado en su trabajo.

Ahora se estaba dando cuenta de que él simplemente no quería estar con ella.

En cambio, a Fiona le concedía todo su tiempo.

Katherine arrugó sus análisis médicos y lo miró. "¿No siempre quisiste divorciarte de mí? Ahora que has embarazado a Fiona, e incluso ya tienen las fotos de boda, podrás estar feliz. ¡Te bendigo sinceramente!".

Charles frunció el ceño. ¿Se estaba haciendo la difícil para conseguir sus objetivos?

"Tú lo estás diciendo, Katherine, no yo", respondió él.

"¿Qué quieres que te diga? Firmaré los documentos de divorcio y le pediré a mi abogado que te los entregue", dijo ella con resentimiento.

Fiona se alegró al escuchar esas palabras.

No obstante, ella quería que Charles fuera más firme en su decisión, así que suavemente sostuvo su vientre y dijo: "Me está doliendo mucho, aquí...".

Eso causó que él se concentrara en ella y caminó hasta su lado para levantarla entre sus brazos.

"No temas, te llevaré al médico".

Al ver la ansiedad de su marido, Katherine sintió que no podía respirar, al tiempo que su corazón se hacía añicos.

El divorcio no era nada comparado con la única frase de Fiona.

"Bueno, ya que la amas tanto, no necesitamos seguir discutiendo", pensó Katherine.

Inmediatamente después, ella llamó a su abogado: "Decidí divorciarme. Sí, sé lo que estoy haciendo. Prepárame los papeles ahora mismo, voy en camino".

En el bufete de abogados Gilbert.

Después de firmar los papeles del divorcio, Katherine dijo: "Infórmaselo a mis padres, una vez que Charles haya firmado los documentos".

Eso causó que el abogado pensara que algo andaba mal. "Señorita Gilbert, ¿adónde va?".

"Me iré al extranjero durante algún tiempo", respondió ella. "No te preocupes, solo necesito un poco de espacio. No haré nada en especial".

Dicho eso, se subió a su auto para dirigirse al aeropuerto, pero tan pronto como salió de la ciudad, varios coches negros bloquearon su paso.

Antes de que ella pudiera hacer algo, algunos hombres corrieron hacia donde estaba, rompieron la ventanilla de su auto, abrieron la puerta y la arrastraron hacia su vehículo.

Una vez la acomodaron en el asiento trasero, le taparon los ojos y la ataron de manos y de pies, por lo que ella solo pudo gritar: "¡¿Quién los envió?! ¡Si quieren dinero, puedo darles la cantidad que quieran!".

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