Estaba tan triste y sola por mi matrimonio, después de pensarlo por mucho tiempo tomé una decisión, quería pedirle el divorcio a Marco, me enamoré completamente de ese hombre, llevamos casados ​​5 años. Pero por todas las innumerables cosas que hice por él no funcionaron en absoluto, nunca se abrió conmigo, no me mostró ningún interés o amor, siempre desconfió de mí y nunca me dio la oportunidad de mostrarle todo. El amor que sentía por él, creo que si lo hubiera hecho sería perfecto... Pensando en la gran mansión que haría para no sentirme tan devastada, decidí no pensar mucho, así que me duché y me alisté, me alisté para irme fuera, así que me fui a la famosa cafetería de la esquina, le envié un mensaje a Marco que necesitaba hablar con el urgente y si podíamos vernos, estaba nerviosa sentí que me diría que no tenía tiempo, pero no fue así, me pidió la dirección del lugar y se la mandé, mientras esperaba a marco se me acerco un mesero del cafetín y pedí un café frío mientras esperaba que llegara, me siento muy ansiosa y no sé qué hacer, tenía muchas emociones que no sé si podría controlarlas, estaba tan triste y destrozada que esta era mi última opción, no sé si estoy haciendo lo correcto al pedirle el divorcio, he hablado con Marco innumerables veces y él nunca me hace caso, creo que ignora mis quejas y eso me duele aún más porque pensé que hablar de eso mejoraría su actitud hacia mí, pero nunca fue así, no respondió una de mis preguntas o me ayudó a sentirme mejor, quería desahogarme. Para saber si estoy tomando la decisión correcta y antes de que él llegara quería hablar con alguien cercano a mí, saco mi teléfono y llamo a mi hermana Brenda:

-Alicia hermana, qué sorpresa, no sabes que estoy trabajando. ¿Por qué me estás llamando? Dice con voz indiferente.

-Brenda, siento interrumpirte en el trabajo, pero estoy en la cafetería como te dije antes, estoy esperando a que Marco le pediré el divorcio, no estoy tan segura de hacerlo, aunque sé que él nunca ha confiado en mí, no creo que pueda dejarlo ir tan fácil, todavía siento muchas cosas por las cuales creo que no lo haré, quizás si le digo cosas me entenderá. Solo al pronunciar esas palabras me hizo sentir un gran nudo en la garganta y quería llorar, pero me contuve.

Brenda logra gritar con tanta desesperación que puedo sentirlo:

-¡¡Qué dices!! Hermanita, no te puedes arrepentir ahora, ese hombre nunca te amó y no creo que lo haga, recuerda lo indiferente que es contigo, como te ignora y como te trata mal delante de sus familiares, como muchas veces le has hablado y no te hace caso. Habla con un poco de mal humor, creo que está molesta con Marco por tratarme así.

Mientras me habla por teléfono, sus fuertes palabras me van golpeando una a una porque tiene toda la razón, puedo escucharla completamente, aunque son hirientes, no le presto mucha atención a sus palabras, volteándome hacia la entrada. Noto una figura esbelta entrando a la cafetería y llamando la atención de todas las mujeres sentadas en este lugar, es él, mi cuerpo tiembla un poco al verlo y solo alcanzo a decirle a mi hermana Brenda:

-Hablamos luego hermana, Marco está aquí. Le digo rápido.

-Pero Herman... Antes de escuchar lo que iba a decir, cuelgo sin pensar en terminar la conversación.

Cuando Marco entra por la puerta de la cafetería, logra ubicarme y gira para dirigirse hacia mí, se acerca cada vez más, mi cuerpo tiembla, pero sé que puedo manejarlo y trato de no darme cuenta, noto que cuando él llega abre la silla que está frente a mí y se sienta muy firme sin perder la elegancia que siempre ha tenido, me mira fijamente y sin mostrar ningún gesto me hace señas para que hable como si fuera uno de los secretarios que trabajan con él, con solo verlo sentado frente a mí, mi garganta se cierra y mi corazón late a mil por hora, trato de respirar lentamente por unos segundos para calmarme y decido hablar sin dudarlo:

-Marco, sé que estás muy ocupado y lamento interrumpir tu tiempo, pero te convoqué aquí hoy para que me firmes unos documentos importantes.

Él sigue mirándome sin hacer ninguna expresión. Eso me pone aún más nervioso, pero respiro hondo y digo:

-Yo quiero divorciar Marco, llevamos casados ​​5 años, aunque sé que es un documento y no somos realmente pareja, no puedo seguir así, pensé que con el tiempo te abrirías a mí, pero eso nunca pasó y no pasara, creí que podías enamorarte de mí como yo lo estoy de ti, pero no es así y eso me está lastimando. Me miró, luego miró la carpeta que estaba sobre la mesa, la abrió y tomó el documento, tomó el bolígrafo, lo firmó, se levantó de su silla, fue hasta la puerta de la cafetería y se fue. Por dentro me sentía congelada y destruida al mismo tiempo. Al salir de la cafetería mi hermana está parada afuera y me sorprende verla, me sorprende aún más que está con una amplia sonrisa, se me acerca y solo dice:

-Me acabo de encontrar con Marco, hermana, que bueno que firmaste el divorcio, ¿sabes? Siempre fuiste una mujer tan tonta y débil, a veces pensé que lo hacías a propósito, pero nunca te diste cuenta de que logré interponerme entre tú y Marco, tantas veces como quise, pobre, delirante eres Alicia, nunca te consideré hermana o Mi hermanastra, solo te usé tantas veces como quise separarte de él y todo salió a la perfección. Brenda habló con tanto orgullo que me parte el corazón.

No lo podía creer, mi corazón se rompía en mil pedazos cada vez más, todavía no creo que esto esté pasando, primero Marco firmó sin mostrar ningún sentimiento por nuestro compromiso de 5 años, ni siquiera dijo una sola palabra para mí y ahora mi hermana Me da rabia que detrás de todo lo malo que pasamos Marco y yo, siempre estuvo ella, quería arruinarme la vida. Mientras pienso y pienso en todo lo que está pasando, no puedo evitar llorar tanto, me siento destruida.

Siento que mi hermana Brenda me toma fuertemente de los brazos y empezamos a forcejear un poco.

Déjame ir, ¿qué estás haciendo? Estoy llorando y también confundida por todo el nervio de Brenda, no sé por qué me está haciendo esto.

De repente siento que me empujan hacia la calle principal cuando un camión viene a toda velocidad por esa calle. La escucho decir:

-Pobre ingenua, morirás y me dejarás el camino libre para estar con Marco, él y yo por fin estaremos juntos.

De repente se escucha un fuerte impacto y es de un camión que venía por la calle y me golpeó fuerte. Todo lo que tenía salió volando por todas partes, incluso el documento de divorcio firmado por Marco. Siento que un líquido sale de una parte de mi cabeza y se esparce lentamente por toda mi cara, de repente todo es un caos.

Alcanzo a escuchar mucho escándalo y siento que un hombre se acerca a mi lado, aunque no lo reconozco muy bien por la contusión que tengo, al rato esa persona comienza a gritar y llorar, no puedo reconocer su voz y aunque quisiera no puedo escuchar completamente y luego mi mente se vuelve cada vez más nublada, al punto de perder completamente el conocimiento.