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  Despierto por la luz del sol que entra por la ventana de mi habitación. Me levanto para ir a ver a mis hermanos, Sarah de 12 años, Jake de 10 años y Caroline de 6 años.

  Cuando entro al cuarto de Sarah y Caroline escucho llorar a Sarah. Debe tener miedo, ya que hoy es su primera vez en la cosecha.

  Me acurruco a su lado intentando calmarla.

  —Tranquila Sarah. —Susurro acariciando su cabello —No te va a pasar nada. Es tu primera vez, y tu nombre saldrá sólo una vez.

  —Eso es verdad hermana —dice Caroline intentando sonreír a lo que yo río.

  —Volveré en un rato—me levantó del lado de Sarah, no sin antes dejar un beso en la frente de ambas.

  Me dirijo a lo que es la cocina donde encuentro a mi mamá.

  —Buenos días mamá. —La saludo desde el marco de la puerta.

  —Buenos días hija. —Sonríe ella —Toma asiento.

  Al parecer no me sentaré a comer, si no para comer, si no para hablar.

  —¿Pasa algo?. —digo observándola.

  —Sabes que hoy es la cosecha, y quiero que tranquilices a tu hermana —dice dejando ver algunas lágrimas—Y tampoco logro asimilar que una de ustedes pueda salir.

  —Mamá no soy tan pequeña. —Le sonrió —tengo 14.

  —Lo sé —dice limpiando las lágrimas—Es mejor que te vayas a preparar. Ayuda a tus hermanas. Iré a ver a Jake.

  Subo al cuarto de las chicas y las dos ya están de pie. Caroline cepilla su cabello y Sarah mira por la ventana. Me pregunto que ve de lindo mirar por la ventana, si solo hay pobreza y más pobreza.

  —Sarah tienes que arreglarte.—Le digo

  —Está bien. —Dice alejándose de la ventana.

  Mama ya le tenía la ropa lista. Era la que use yo a los trece; Un vestido color blanco con cuello en V, y mangas hasta los codos.

  Después de colocárselo, noté que le veía igual que a mí. Nos parecemos bastante.

  —Te ves muy hermosa, Sarah. —digo sonriéndole.

  —Gracias—Me dice devolviendo la sonrisa.

  —Ahora me iré a preparar.—Digo saliendo del cuarto. Creo que mamá me dará uno de su vestido para esta cosecha.

  Cuando entro al cuarto me encuentro con un vestido color crema mangas cortas.

  Después de quitarme la suciedad y los zapatos viejos soy otra persona. Al verme en el espejo no me reconozco.

  Al bajar las escaleras me encuentro ya con mis hermanos y a mi mamá.

  —Te ves preciosa, Jane.—Dice mamá.

  —Gracias—Digo abrazándola.

  Salimos de casa, y tomo la mano de Sarah para que tenga menos miedo.

  Cuando es la hora de registrarse noto que está nerviosa pero avanza delante de mí.

  Después de su registro y el mío, la veo desaparecer entre los demás niños. Me dirijo al lugar que me asignan. Luego aparece la típica señora de peluca llamativa y un típico acento del capitolio.

  —Bienvenidos, bienvenidos a los juegos del hambre. —dice sonriendo y da el típico discurso de cada año —como siempre las damas primero.

  Cuando se acerca a la esfera, los nervios me consumen. No por mí, sino por Sarah. en pensar que una niña tan frágil vaya como tributo. Después que saca el papel con el nombre de la esfera, lo abre y se dirige al micrófono.

  —Jane Smith —dice sonriendo maliciosamente. Siento que mi mundo se va abajo. ¿Qué hará mi familia si soy yo la que lleva la comida a la casa?.

  —Querida, sube—dice haciendo señas con las manos.

  Después de subir y ganarme a su lado, se dirige al micrófono nuevamente.

  —Ahora el varón. —Dice y se acerca a la esfera para luego volver con el papel en sus manos—Thomas Johnson.

  Veo subir a un chico que creo reconocer. Antes lo había visto trabajando y me había cruzado con él un par de veces en la calle. Después de subir se ubica a mi lado. La mujer se dirige por última vez a la gente.

  —Aquí tenemos a los dos tributos que representen al distrito 11.—Dice finalizando.

  Después de eso, dos Agentes de la paz nos llevan a una sala por separado para hablar con nuestros familiares. Luego de minutos se abre la puerta y veo entrar a mamá y a mis hermanos, ellos corren a abrazarme de inmediato.

  —Mi niña.—habla mi madre llorando—por qué de todos, tenías que ser tú.

  —Mamá no te preocupes. —dije con tono firme —haré lo posible.

  —Hermanita no quiero que mueras —dice Caroline a punto de llorar.

  —Trataré de ganar. —digo intentando calmarla —lo prometo.

  En ese momento entran los agentes de la paz para llevárselos.

  —Los amo. —Digo llorando —recuérdenlo.

  Y entonces ese momento se cierra la puerta. Creo que quizás este es el principio de mi muerte.

  Después de abandonar el edificio del distrito 11 nos hacen subir al tren que nos llevara al capitolio.

  Al entrar al tren vi algo que nunca en mi vida he visto, un comedor lleno de lujos sillones de seda y manjares de comida, me dirijo a un sillón para sentarme y al frente se sienta el tal Thomas.

  —Soy Thomas—se presenta el chico que había salido junto a mí en la cosecha.

  —El gusto también es mío, soy Jane Paula Smith —digo estrechando su mano.

  —Te he visto con unos niños ¿son tus hermanos cierto?—pregunta.

  —Si es que a veces tengo que cuidarlos porque mamá trabaja y a veces yo también trabajo para alimentarlos —digo seria.

  —Oh estoy en la misma situación creo que no hay salvación en el distrito 11 —dice mirándome.

  —También lo creo —le doy una sonrisa cálida.

  En ese momento entra una mujer y un hombre, ellos ganaron los juegos anteriormente, sus nombres son Seeder y Chaff y detrás de ellos entra la señora que estuvo antes.

  —Que tal, así que ustedes son los dos chicos de este año ——dice Chaff —Tu te ves muy pequeña—dice señalándome —¿Cuántos años tienes ?.

  —14 — respondo tímidamente.

  —Muy bien y tu jovencito —dice mirando a Thomas.

  —Tengo 15 —dice mirándolo.

  —Te ves más grande, pero puede que haya potencial en ti —dice sonriendo —Ella es Seeder y seremos sus mentores, haremos lo posible para que ganen.

  —Gracias —decimos los dos al mismo tiempo.

  —Y yo soy Edna Blummer, los acompañaré hasta el final de esto —dice sonriendo —Vayan a sus cuartos a descansar. Llegaremos en unas horas al capitolio.

  Entonces me levanto del sofá y Thomas, imita mi acción, se dirige a su cuarto y yo al mio. Al entrar veo que es cuarto bonito mejor que el de casa quisiera tener uno allá como este, al sentarme en la cama acarició su suave tela después de eso me recuesto y pienso sobre mi familia ¿que será lo que les pasará si llegó a morir? se que les prometí ganar, pero creo que eso no está en mi, creo que no tengo habilidades alguna que otra vez lancé un cuchillo pero nunca le di en el centro, pensar en matar a gente me revuelve el estómago no quiero ir a esos juegos así que sin mas me largo a llorar por mi familia por la gente que voy a matar y Thomas, no me imagino matando a nadie, después caigo en un sueño y despierto gracias a Edna que me dice que la cena ya esta lista, me pongo la ropa que encuentro en un mueble una blusa amarilla, unos pantalones negros holgados y unos zapatos.

  Al salir del cuarto y entrar al comedor veo a todos sentados incluyendo a Thomas, al sentarme veo mucha comida que no hay en mi distrito no lo pienso 2 veces y como como nunca y veo a Thomas haciendo lo mismo veo que Edna, Chaff y Seeder

  —Veo que tienen mucha hambre —dice Edna.

  —Claro, el distrito 11 no es como el capitolio, trabajamos por comer y si no lo haces te mueres de hambre —dice Thomas volviendo a comer.

  Después de eso Chaff nos pregunta un par de cosas.

  —Jane ¿sabes usar alguna arma? —pregunta mirándome.

  —Una vez tome un cuchillo —digo dejando escapar una leve risa

  —Bien tiene potencial, ¿y tu Thomas? —dice mirándolo.

  —No se —dice rascándose la cabeza —Veo que tienes músculos tienes fuerza eso es algo —dice Chaff

  —¿Podemos irnos al cuarto ? —Preguntó.

  —Claro, cielo —responde Edna.

  Y sin más me pongo de pie, no me siento bien, ya es tarde, he escuchado que todos se han ido a dormir, pero yo no puedo, trato de cerrar los ojos pero no puedo por más que quiera, entonces me pongo un abrigo y me dirijo al comedor para sentarme entrando me encuentro con un Thomas sentado mirando sus manos.

  —¿Qué pasa? —pregunto poniendo una de mis manos en su hombro.

  —Nada es solo que.. Esto de los juegos imaginar a gente morir y que muera yo... es muy fuerte —dice mirándome con tristeza.

  —Te entiendo, yo tampoco me imagino matando a alguien —digo poniendo una de mis manos encima de la suya

  ——¿Tienes hermanos o padres? —le pregunto.

  —Si, tengo una hermana se llama Alison y un hermano Derek, él estuvo en la cosecha y tiene apenas 12, tengo a mi madre y mi padre y él trabaja, pero eso no basta ¿y tu Jane ? — me cuenta.

  —Ya sabes... tengo a mis hermanos y mi madre ella es de esfuerzo al igual que yo, pero apenas podemos llevar la comida a la casa y mi padre murió hace años por una enfermedad —digo mirando para abajo.

  —Lo lamento mucho—dice.

  —No importa —digo tratando de sonreír —Creo que iré a mi cuarto a ver si puedo dormir —digo levantándome.

  Cuando voy llegando a la puerta

  —¡Jane! —dice Thomas

  —¿Si? —le preguntó girándome

  —Que la suerte siempre este de tu lado —dice sonriendo me.

  Al lo que yo río y me dirijo a mi cuarto, me acurrucó en la cama y cierro los ojos.

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