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Soy una pobre mujer, que vacila entre dos familias poderosas.
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Lora Mayer recibió un mensaje inesperado así que lo abrió con desconfianza. Se trataba de una tarjeta de habitación de un hotel.

¿Quién pudo haberle enviado esto?

El teléfono sonó. Lora lo tomó con cautela y contestó la llamada. Era la voz de una mujer.

-"Lora, ¿Ya tienes la tarjeta de la habitación?"

-"¿Quién eres?"

-"No importa quién soy. Ahora toma esa tarjeta y ve a la habitación 2320, piso 23 del hotel Cherry. Encontrarás a tu marido teniendo s*xo con otra mujer".

-"¿Cómo puedo confiar en ti?"

-"¿No quieres acaso divorciarte de Karl Parker? Si no tienes las pruebas, ¿Cómo vas a poner fin a tu matrimonio?”-No dijo más y colgó.

Las manos de Lora temblaban mientras sostenían el teléfono a la vez que su corazón se desbocaba sin poder evitarlo. En tres años de matrimonio, no había tenido relaciones s*xuales con Karl y éste ni siquiera había intentado besarla.

En aquellos días, la empresa familiar de Karl estaba prácticamente en bancarrota . Su suegro y su novio Karl la engañaron y la convencieron de acostarse con el magnate Martin Rowland. Después de una noche de s*xo, la familia de Karl recibió la inyección financiera que necesitaba y Karl cumplió su promesa de casarse con ella y convertirse en su marido, sin embargo, nunca la tocó. Lora sabía que él la consideraba una mujerzuela. Su juventud se había marchitado como pétalos. Tenía veintiséis años, pero parecía mucho mayor. Ahora solo quería divorciarse.

Media hora después, Lora llegó a su destino. Tomó el ascensor hasta el piso 23, frente a la habitación 2320. Cerró los ojos y pasó la tarjeta por el dispositivo de lectura para entrar en la habitación donde reinaba el silencio aunque flotaba en el ambiente un leve olor a tabaco.

El corazón de Lora tembló de forma inexplicable cuando vio a un hombre alto que permanecía de pie e inmóvil junto a la ventana. Se había puesto de espaldas para que ella no pudiera ver su rostro. No era Karl. Solo podía ver su espalda y el hombre parecía disfrutar del momento.

Lora miró su tarjeta e instantáneamente supo que había sido engañada así que se dio media vuelta y se dispuso a marcharse , pero en su prisa por salir produjo un ruido que hizo que el hombre se diera vuelta abruptamente.

El hombre tenía una mirada fría y penetrante pero cuando vio a la muchacha su actitud pareció cambiar. Ahora parecía impactado mientras sus delgados labios pronunciaron dos palabras. Lora no escuchó lo que dijo, pero pudo verle claramente lo que hizo que su cuerpo se estremeciera y sus labios comenzaran a temblar.

-"Eres tú."

Era Martín el mismo hombre con el que se había acostado hace tres años. ¿Por qué estaba allí?

Lora estaba confundida y asustada así que decidió salir de allí lo antes posible .

-"Detente", gritó el hombre.

Era una voz profunda y dulce, con la textura de un violonchelo, suficiente para derribar el orgullo de una mujer. Lora se sorprendió y ya no pudo reaccionar. Vio la expresión inescrutable del rostro del hombre alto que caminaba hacia ella. Cuando iba a mitad de camino, se detuvo de repente. Su mirada de amor se volvió fría.

-"Lo siento, Martin, entré en la habitación equivocada".

-"¿En la habitación equivocada?"

Para Martin, esta fue una excusa sin sentido.

-"Realmente me equivoqué".

-"¿Quieres acostarte conmigo de nuevo?"

El hombre calló nuevamente. Su mirada permanecía fría mientras se desataba una tormenta en su interior. Lora continuó retrocediendo.

- "No lo hice".

El hombre se acercó aún más.

-"¿No lo hiciste? Hace tres años, te metiste a mi cama para que la familia Parker pudiera sobrevivir . ¿Por qué estás aquí ahora? ¿Los Parker han vuelto a la bancarrota? ¿O Karl no te satisfizo?"

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