Me despertó el aroma a chocolate, se escuchaba el ajetreo en la cocina -Hoy si que madrugaron, pensé -Mirando el reloj de la mesita, eran las 6 de la mañana, traté de estirarme mientras bostezaba perezosamente.

De repente la puerta se habrio y entraron corriendo un par de niños, que pronto estaban sobre mi cama, claro el motivo de estar despiertos tan temprano eran esas visitas.

-Ya levántate, trajimos regalos- dijo la niña de 8 años, tenía la cara sonriente y me jalaba del brazo, mientras se movía para apresurarme, ella era Sofia mi prima, y a su lado estaba mi primo Daniel, de 6 años -Mi tía dijo que vinieramos a despertarte- dijo el pequeño, me lanzó una sonrisa de disculpa.

-Ok, ya voy- solo debo lavarme los dientes y cepillarse el pelo y ya bajo- les dije a ambos, Daniel se limito a sonreírme y se dio la vuelta para irse, pero Sofia no iba a irse con el, ella a veces era un poco pegajosa conmigo, entonces solo me levante y me metí al baño, Sofia se quedó viendo el desorden en mi cama, y como la niña buena que era acomodo ligeramente las sábanas y saco unos jeans del closet mientras me platicaba sobre la escuela, mi Sofi era tan linda

-Toma- me dijo pasándome ropa para cambiarme, cuando terminé bajamos las escaleras y todos estaban sentados en la mesa, el desayuno estaba servido y el chocolate humeaba en las tazas.

Incluso mi hermano estaba sentado ya, salude a todos mientras tomaba mi lugar, este era una reunión familiar para desayunar que se repetía 2 o 3 veces al mes, mis tíos venían, mis primos y mis papás, incluso a veces mis abuelos venían y así eran esos cálidos desayunos familiares, sentada a la mesa podía observar a todos sentados disfrutando de la comida y riendo, de repente mi padre comenzó a toser descontroladamente, mi madre se apresuró a pasarle un vaso de agua, todos estaban viendo como mi papá se ponía rojo mientras luchaba por despejar las vías, ese ataque de tos otra vez.

Mi padre tuvo un accidente automovilístico hace 16 años, estuvo en coma 3 meses, y aúnque se aferro a la vida, algunas secuelas quedaron en su cuerpo, como esa horrible tos y que su mano izquierda no tuviera el 100 por ciento de movilidad aunque sabía como aparentar que si, era muy sutil, a menos que le pusieras demasiada atención, y luego estaba que le dolía una costilla y tenia varias cicatrices pero la que más se veía era la de la garganta por donde le colocaron tubos y esas cosas que te conectan .

Cuando comenzó a estabilizarse se río nerviosamente y pidió disculpas, no tenía por qué, el era un sobreviviente y esa tos crónica no era un motivo del cual avergonzarse.

La mañana transcurrió sin ninguna novedad, Sofi me trenzó el pelo y jugamos un rato con la casita de muñecas, tenía 18 años pero me gustaba compartir este momento con ella, algún día crecería y haríamos cosas de adultas pero por ahora podiamos jugar a las muñecas.

Mis padres platicába con mis tíos, y Daniel jugaba con mi hermano Yair, de hecho tenia 2 hermanos, solo que mi hermano mayor Alexander de 20estaba estudiando la universidad en otra ciudad, hablábamos seguido pero la universidad casi no le dejaba mucho tiempo, se que el también extraña estar en casa.

-¿Tienes novio? Mi mamá dice que tendré novio hasta que tenga tu edad pero eso es mucho tiempo- soltó de repente mi primita mientras le acomodaba el vestido a una muñeca.

-No tengo- le respondí, mientras buscaba los zapatitos de la muñeca

-Y mi tía tiene razón tu estas muy chica todavía, no te preocupes por los chicos todavía, ellos a esta edad aún piensan en fútbol y esas cosas- Sofia sonrió mientras me decía- Tu eres muy bonita por que no tienes novio todavia- No lo se, creo que porque yo quiero encontrar un Chico que me quiera tanto como yo a él, mira a tus papás y mira a los míos, ellos se aman y yo quiero un amor así, incondicional. - Yo también quiero un amor así.

Y quien no quiere un amor así- pensé.