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Su madre y su hermana la engañaron para que tuviera una aventura de una noche con su supuesto "cuñado".
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"Hace tanto calor", gimió seductoramente la mujer, mientras se aferraba aún más a los brazos del hombre y, se agarraba fuertemente de su cuello. En realidad, para aquel hombre, el rostro de la mujer era completamente encantador y, sus delicados labios rojos resecos se veían mucho más atractivos y s*xis. 

Luego, mostrándose aún más cómoda a su lado, la mujer no dudó en acercarse al fuerte pecho del hombre; sin embargo, en ese preciso momento, Vincent Leng, el hombre a su lado, se apresuró en cerrar rápidamente el deflector de su auto. 

A decir verdad, Vincent no dudó en aislar inmediatamente el espacio entre ellos y el conductor de su auto; mientras que, al notar ello, el hombre al volante, Brian Zuo, simplemente quería volverse invisible.  

En realidad, la mujer dentro del auto, Rose Wen, estaba tan borracha que, su opresión y deseo se hizo cada vez mucho más intenso; es más, de alguna manera, quería instintivamente hacer todo lo que se le provocaba mientras estaba en ese estado. 

Así que, sin dudar ni un segundo más, se abrió de piernas y se sentó apresuradamente sobre Vincent; luego, levantó ligeramente su cabeza y, el hombre pudo notar claramente su hermoso, tierno y sonrojado rostro. 

Además, sus ojos ligeramente entrecerrados hacían que el rostro de la mujer se notara mucho más delicado, tierno e inocente; incluso, solo eso era suficiente para que atrajera la atención de todo el mundo. 

Justo cuando Vincent tenía la mirada fija en la mujer, un mechón del hermoso cabello de Rose cayó sobre el cuello desnudo del hombre, haciendo que él sintiera ligeras cosquillas y un escalofrío por todo su cuerpo; sobre todo, después de sentir las juguetonas manos de la mujer sobre su pecho.

En ese preciso momento, la mirada de Vincent se mostró aún más imponente, extendió rápidamente su mano para detener a la mujer y, le dijo: "Mujer, ¿sabes lo que estás haciendo?". 

Sin embargo, sin prestarle mayor atención a las palabras del hombre y, queriendo solo apagar ese deseo que sentía en su corazón, Rose exclamó impacientemente: "Esto está tan duro, ¿puedes ayudarme?". 

"¿Cómo quieres que te ayude?", preguntó Vincent con delicadeza y, mientras disfrutaba con gran atención el encanto de la mujer encima de él. 

"¿Cómo?", exclamó la mujer muy aturdida; pues, en sí, no tenía la menor idea de lo que quería hacer.

Por su parte, al no obtener una respuesta clara de la mujer, Vincent simplemente se acercó un poco más a ella, la agarró ligeramente de la cintura y, le preguntó: "¿Estás bien así?". 

Cuando sintió el tacto de aquel hombre, Rose dejó escapar un grito de placer; pero, tan solo después de unos segundos, ella apartó rápidamente la mano del hombre y, le dijo en un tono enojado: "No me toques". 

"¿No estás cómoda? Entonces, ¿cómo puedo ayudarte si no quieres que te toque?", dijo Vincent, quien aprovechó la oportunidad para burlarse de ella; sin embargo, sin la intención de seguir hablando más con él, Rose ordenó con fiereza: "Vete". 

Después de decir eso, Rose se sintió mucho más relajada, se tiró delicadamente hacia el suelo e, inmediatamente colocó su delicado rostro sobre las piernas del hombre. 

A decir verdad, debido al estado de ebriedad en que se encontraba, ella creyó que las piernas de Vincent era un reconfortante sofá; así que, sin dudar ni un segundo, afirmó y escondió su rostro en ellas. 

Por su parte, al notar esa acción de la mujer, Vincent no pudo evitar resoplar alegremente y, de hecho, su mirada oscura y profunda se centró únicamente en ella; no obstante, sin pensarlo más, extendió rápidamente su mano y quitó a esa mujer de esa posición. 

En realidad, Vincent tenía en claro que, si Rose seguía así, él perdería el control en cualquier momento; así que, atrayendo su rostro hacia él, le dijo seriamente: "Si quieres que te ayude, después no te arrepientas". 

Tras decir ello, Vincent rápidamente se aproximó más a Rose y, dejó sus labios a solo unos pocos milímetros de los de ellas; de esa manera, provocó que el corazón de la mujer empezara a latir salvajemente con aquel movimiento. 

A decir verdad, Rose no pudo evitar mirar muy aturdida el rostro de Vincent; sin embargo, al notar que el hombre estaba a punto de besarla, ella instintivamente parpadeó con delicadeza y, cerró lentamente los ojos. 

En realidad, cuando el hombre la abrazó con fuerza, Rose sintió una corriente eléctrica por todo su cuerpo y, de hecho, se sintió tan atraída por Vincent que, sin ninguna fuerza por rechazarlo, solo se apoyó firmemente en sus brazos. 

Por su parte, Vincent no dudó en lograr su cometido, atrajo ligeramente la barbilla de Rose y, besó apasionadamente sus delgados y exquisitos labios; mientras que, envuelta en esa aura masculina, Rose se quedó con la mente en blanco. 

De hecho, no podía negar que, a pesar de su mente confusa, Rose todavía podía escuchar una advertencia de que detuviera aquella situación; sin embargo, aunque trató de apartarlo con todas sus fuerzas, ella no lo consiguió tan fácilmente. 

Es más, lo único que logró fue sentirse más aturdida; sobre todo, cuando el hombre metió su lengua en su boca y exploró cada centímetro de sus labios. 

En realidad, Vincent la besó con tanta fuerza y tantas ganas que, no pudo evitar sentir un gran escalofrío por todo su cuerpo; es más, hasta se le olvidó a cuantas mujeres había besado antes. 

A decir verdad, a pesar de todas las experiencias de Vincent, ese fue el único momento que, él se excitó solo con el aliento y la timidez de la mujer frente a él. 

De hecho, debido a la fuerte atracción que sentía, Vincent no dudó en besar aún más apasionadamente a la mujer; incluso, parecía que quería succionar cada parte de ella. 

Sin embargo, como un simple beso estaba muy lejos de satisfacerlo, Vincent no dudó más y se apresuró en acariciar delicadamente cada parte del cuerpo de la mujer; mientras que, la mujer simplemente gimió: "¡Oh!".

En ese instante, Rose estaba totalmente confundida, no entendía muy bien lo que pasaba; pero, la sensación de vacío y deseo en su cuerpo fue realmente extraña. 

Pues, aunque quería apartarlo con todas sus fuerzas, Rose también sentía que necesitaba mucho más de él. 

En ese momento, Rose estaba tan hermosa que, parecía una rosa floreciente, el rubor de su rostro hacía que su piel se notara más rosada y, sus delicadas pestañas aleteaban como alas de mariposa.

Al notar ello, Vincent resopló indiferentemente, pues sentía que su cuerpo estaba a punto de explotar; luego, mordiéndose los labios, le susurró juguetonamente: "Chica traviesa". 

"¿Hmm?", exclamó Rose, mientras lo miraba fijamente y parpadeaba de una manera cálida y completamente fascinante; pero, de alguna manera, eso provocó que Vincent se sintiera aún más excitado. 

Finalmente, como ya no podía esperar más, Vincent no dudó ni un solo segundo y, gritó impacientemente a su conductor: "¿Todavía no hemos llegado al hotel?". 

Justo en ese momento, el auto se detuvo repentinamente y, Brian respondió con total seriedad: "Ya llegamos". 

Vincent, quien no podía aguantar ni un solo segundo más, sacó inmediatamente a Rose en sus brazos, ingresó al hotel con impaciencia y, se dirigió rápidamente hasta el ascensor. En realidad, aquel hotel era propiedad de Vincent; así que, él podía ir todas las veces que quisiera. Además, nadie se atrevería a chismear del dueño del hotel. 

Tan pronto como el ascensor llegó a su destino, Vincent se apresuró a ir hasta la suite presidencial; luego, en el momento que ingresaron, él arrojó a Rose a la cama y, se tiró sobre ella con gran impaciencia.

En ese momento, Rose sintió una gran corriente por todo su cuerpo y, temblando ferozmente y con los ojos llenos de lágrimas, exclamó: "Déjame ir... m*ldito... vete". 

A decir verdad, como su voz no era tan dura y prepotente, sonaba más como si no quisiera detenerse; así que, burlándose nuevamente de ella, Vincent le preguntó: "¿Estás segura?".

"Sí", afirmó Rose con seriedad; sin embargo, sin prestarle atención a su pedido, Vincent se acercó a su oído y, le susurró: "Es demasiado tarde". 

......

A la mañana siguiente, Rose se levantó hecha un verdadero lío; incluso, no pudo evitar gritar ansiosamente al verse en aquella habitación. 

Sin siquiera tener fuerzas para llorar, Rose se vistió apresuradamente y salió del hotel muy confundida; pues, a decir verdad, no tenía claro lo que pasó la noche anterior. 

Es más, ni siquiera sabía por qué se encontraba en ese hotel y, mucho menos, recordaba al tipo que conoció anoche; no obstante, no podía negarse que si se lamentaba enormemente por todo lo sucedido. 

Incluso, no dejaba de preguntarse una y otra vez por qué ella tuvo tanta mala suerte para que le pasara eso. 

Por otro lado, mientras regresaba a su casa, Rose trató de todas las formas posibles de recordar algo de lo que pasó; sin embargo, todo fue en vano.

En realidad, Rose estaba tan avergonzada que, ni bien llegó a casa, entró directamente al baño a darse una ducha; sin embargo, al notar con mayor claridad las marcas en su cuerpo, ella se sintió mucho más decepcionada. 

A decir verdad, en ese momento, la mente Rose estaba realmente confundida; pues, no podía entender cómo si ella solo tomó un vaso de jugo en el bar, ahora no recordaba nada de lo que pasó. De hecho, solo sabía vagamente que conoció a un hombre en el bar; pero, no podía reconocer nada de su apariencia. 

Después de una relajante ducha, Rose salió del baño, se puso una bata y se sentó tranquilamente en el sofá; sin embargo, antes de ponerse completamente cómoda, su celular sonó repentinamente. Al escuchar ello, Rose lo tomó inmediatamente; pero, al ver que se trataba de su novio, Dylan Duan, ella empezó a dudar si responder. 

De hecho, en ese momento y, aunque lamentaba mucho lo que sucedería, Rose decidió que debía terminar con él; después de todo, ella ya no se sintió calificada como para seguir en esa relación. 

Luego, tratando de sonar lo más tranquila posible, Rose respondió con total delicadeza: "Hola". 

Mientras que, en un tono totalmente enojado y preocupado, Dylan agregó impacientemente: "Rose, ¿por qué no contestas mis llamadas? ¿Sabes lo preocupado que estuve por ti?". 

Sin darle mayor importancia a lo sucedido, Rose respiró hondo y, respondió con calma: "No te preocupes, estoy bien. Bueno, ¿cuánto tiempo te quedarás en los Estados Unidos?". 

"Probablemente puedo volver la semana que viene, ¿por qué? ¿me extrañas?", preguntó el hombre seriamente; luego, desviando ligeramente el tema, añadió con firmeza: "Rose, ¿recuerdas lo que me prometiste la última vez?". 

Cuando escuchó sobre ello, el rostro de Rose se puso completamente pálido y, mordiéndose ligeramente el labio inferior, le empezó a decir nerviosamente: "Dylan... yo..."

Sin embargo, sin dejarla terminar de hablar, Dylan exclamó deseosamente: "Rose, no faltes a tu palabra, ya no somos unos niños y hemos estado juntos por más de tres años. Además, te prometo que me casaré contigo; pero, ya no puedo esperar más, te deseo tanto".

Al escuchar eso, Rose se sintió aún más decepcionada de ella y, ni siquiera supo cómo terminar su relación con Dylan. 

En realidad, ahora que ya no era virgen, Rose se sentía demasiado avergonzada como para seguir la relación con su novio; sobre todo, después todo lo que pasó. 

Si bien es cierto, aunque la primera vez fue su hermana Wendy Xia, quien la incriminó y obligó a acostarse con su cuñado, Vincent Leng; la segunda vez, ella pasó la noche con un tipo extraño que solo conoció ese día y, del que ni siquiera veía su apariencia. 

"Dylan...", empezó a decir nuevamente la mujer, pues quería dejar en claro su relación; sin embargo, temiendo a que ella se negara, el hombre trató de cambiar inmediatamente de tema. 

Por ello, dijo apresuradamente: "Ahora que sé que estás sana y salva, me siento mucho más tranquilo. Bueno, espera a que vuelva, te extraño mucho, Rose".

Tras escuchar ello, Rose suspiró profundamente y, rápidamente pensó que no era bueno hablar sobre romper por celular; así que, olvidándose del tema, le dijo: "Está bien, hablemos de eso cuando regreses". 

Después de colgar la llamada, Rose se quedó en un completo silencio que, la inquietaba hasta el punto de no dejarla dormir; es más, solo pudo conciliar el sueño hasta el amanecer. 

Luego de esa noche y, durante tres días consecutivos, Rose decidió quedarse en casa sin hacer nada; sobre todo, ni siquiera tenía ganas de mudarse. 

Pero, a la cuarta noche, aproximadamente a la diez en punto, sonó repentinamente el celular de Rose; así que, lo tomó perezosamente para ver de quién se trababa. Sin embargo, al darse cuenta que era su hermana Wendy, Rose no se atrevió a responder; después de todo, se imaginaba lo que estaba pasando para que ella la llamara a esa hora. 

No obstante, como ella no respondió la llamada, Wendy le escribió un mensaje donde le ordenaba: "Rose, sé que estás en tu casa; así que, baja inmediatamente que mi conductor te recogerá pronto". 

Cuando leyó ello, Rose no pudo evitar morderse el labio y, sentirse realmente indignada; pues, estaba a punto de colapsar con todo lo que estaba pasando.

A decir verdad, Wendy Xia no podía tener hijos; así que, le engañó a su hermana Rose para que se acostara con su cuñado y tuviera hijos para ella. 

Es más, incluso la madre de Rose estaba dispuesta a obligarla a tener hijos para su otra hija, Wendy; pues, lo que más querían era lograr su cometido. 

Justo cuando estaba pensando en ello, sonó nuevamente el celular de Rose; sin embargo, como esta vez era su madre y, a Rose ya le molestaba la situación, ella respondió perezosamente: "Hola".

"Rose, ¿estás en casa?", preguntó inmediatamente la mujer; mientras que, Rose solo respondió con gran indiferencia: "Así es". 

"Vincent está borracho esta noche; así que, esta es una buena oportunidad para el plan. Ahora, alístate y ve rápidamente a la Villa de tu hermana", explicó la mujer rápidamente. 

Al escuchar ello, Rose quedó un poco aturdida y, de hecho, quería negare a hacerlo; pero, también sabía que, incluso si se negaba, su madre y su hermana insistirían impacientemente en otra oportunidad en el futuro. 

De hecho, en ese momento, ella consideró inmediatamente que era mejor terminar el plan de embarazarse lo antes posible; de esa forma, ella podría vivir su propia vida más adelante. 

Después de colgar la llamada, Rose bajó las escaleras de su apartamento y, vio que el conductor de Wendy ya la estaba esperando para llevarla a la Villa. Luego, tras subir al auto, el hombre condujo tranquilamdn6hd hasta una villa independiente, que estaba ubicada en una zona de clase y dinero. 

Tras llegar a la casa de su hermana, Rose bajó del auto e, ingresó inmediatamente al interior; mientras que, al verla llegar, Wendy se apresuró en salir a su encuentro trayendo consigo una delicada bata violeta.

Luego, mirándola fríamente y, sin ninguna expresión en el rostro, la mujer le dijo con total seriedad: "Toma, aquí tienes. Dime, ¿te has duchado?". 

Al mirarla, Rose sintió inexplicablemente un poco de lástima por su hermana; después de todo, le pareció que ella debía sentirse muy incómoda al tener que entregar a su amado hombre a otra mujer.

Sin embargo, centrándose en la pregunta que le hizo, Rose respondió firmemente: "Sí, lo hice".

"Bueno, Vincent está en la habitación de invitados del tercer piso. Puedes irte", ordenó Wendy con una voz ronca y, tratando de reprimir el dolor indescriptible que sentía. 

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