Home/ El yerno multimillonario oculto Ongoing
Los padres de mi esposa me obligan al divorcio, pero me suplica que me case con su hija después de saber que soy un super rico.
About
Table of Contents
Comments (2)

"Disculpe".

A toda prisa, Qi Feng se dirigía al Hotel Longteng con un paquete en la mano. 

Ya era casi de noche, y su esposa estaba a punto de salir del trabajo. Así que tenía que terminar rápido para luego volver a casa y preparar la cena, no fuera que su mujer se pusiera furiosa cuando volviera a casa.

Pronto llegó a la puerta de una suite presidencial, la cual era la dirección de destino según la nota del envío.

Antes de poder recuperar el aliento, se apresuró a pulsar el timbre.

¡Din-don!

Este sonó unas cuantas veces antes de que la puerta se abriera.

"Buen día. Le traigo su...".

Antes de terminar su frase, Qi Feng miró a la persona que había abierto la puerta. Fue entonces que su mente quedó en blanco y el paquete que llevaba en la mano cayó al suelo.

La mujer que estaba frente a él era su esposa, Ni Jingyi. Y detrás de ella había un joven en bata quien tenía el pelo mojado. Parecía que acababa de ducharse.

Él sabía quién era ese joven. Era Wang Meng, el hijo de una familia rica de la ciudad de Beifeng, quien siempre había estado cortejando a su esposa.

"Jingyi...".

La confirmación del engaño de su esposa nubló su mente y su corazón le empezó a doler de la decepción.

Al parecer, su mujer tampoco esperaba que su marido apareciera aquí. De inmediato, ella frunció el ceño y exclamó impaciente: "¡¿Qué?! Date prisa y vete a casa. El solo verte me molesta".

Sus palabras solo añadieron sal a la herida abierta de Qi Feng, quien de pronto sintió que todo su cuerpo estaba entumecido.

Sin embargo, después de unos segundos, una sonrisa amarga apareció en su rostro. "No pasa nada. Estoy bien. Ya no tienes que ocultármelo. Sé que soy un inútil y que no tengo futuro. Espero que seas feliz".

"Después de tres años de matrimonio, puedo darme cuenta de que no sientes nada por mí. He firmado el acuerdo de divorcio, lo puedes encontrar bajo mi almohada. Podemos divorciarnos en cuanto lo firmes".

"Sé que has sufrido mucho en los últimos tres años. Es mejor que nos separemos y seamos felices cada uno por su lado".

Había querido hablar sobre eso con ella en muchas ocasiones. De alguna forma, pensó que podría dar la vuelta e irse dejando a su esposa sin sentir nada.

Sin embargo, no esperaba estar así de angustiado cuando ello ocurriera.

"¡No es lo que piensas! Estás malinterpretando la situación, tonto".

Al ver la abatida figura de su esposo, Ni Jingyi trató de ir tras de él para aclararle todo.

Pero Wang Meng la detuvo a tiempo y con una sonrisa le dijo: "Jingyi, ¿qué explicación tienes que darle a ese inútil? Solo haz lo que él quiere: divórciate de él. Si en el futuro te casas conmigo, te prometo que te haré feliz".

De repente, ella volteó y lo miró con frialdad. "Increíble, fuiste tú quien hizo todo esto. ¡Me llamaste aquí y le pediste que trajera el paquete a propósito! Tú preparaste todo esto".

"¿Qué estás diciendo? ¿Por qué iba a hacer eso?", el hombre trató de explicar.

"¡Porque sé que eres un ser vil!", exclamó la mujer. De pronto, por el rabillo del ojo, ella miró el documento en el suelo. "¡Si mi suposición es correcta, el supuesto documento urgente es falso!".

Mientras hablaba, se agachó para recoger los papeles del suelo.

Esto sorprendió a Wang Meng, quien de inmediato trató de cogerlo. "Jingyi, no lo abras. Es un documento secreto de nuestra empresa...".

Ambos estaban luchando por tomarlo primero; cuando de pronto, se pudo escuchar el sonido de un papel rompiéndose. 

En medio de la disputa el paquete se rasgó, y los documentos cayeron esparciéndose por todo el suelo.

‘¿Un documento confidencial? Nada de eso’, pensó ella. Eran solo unos cuantos papeles A4 en blanco sin nada escrito en ellos.

"¿Es acaso este el documento secreto de tu empresa?", preguntó Ni Jingyi.

Al escucharla, el hombre se quedó sin palabras.

"¡Eres vil!", exclamó la mujer.

Después de decir eso, lo miró con desprecio y se alejó caminando con sus tacones.

"¡Y qué si lo soy!". Wang Meng gritó, corrió rápido hacia ella y la detuvo en cuanto la alcanzó. "He hecho todo esto por ti".

"Siempre y cuando te divorcies de ese inútil, puedo ayudar al Ni Group a superar su crisis financiera. ¿Por qué no lo aceptas?".

"Además, ¿qué tiene de bueno ese inútil? Es un muerto de hambre sin capacidad. ¡No es bueno para ti! En cambio yo, me gradué en una universidad famosa, y mi patrimonio familiar tiene un valor de al menos cien millones. Tengo villas, autos increíbles y decenas de millones en ahorros. Yo puedo dártelo todo".

Ni Jingyi lo fulminó con la mirada y contestó: "Él puede darme algo que tú no, la sensación de seguridad".

Luego de eso, lo apartó de un empujón y salió del Hotel Longteng.

"¡Maldita sea!", exclamó Wang Meng. Estaba tan enojado que golpeó la pared.

"¡Me gustaría ver cómo ese inútil puede darte una sensación de seguridad!".

Sin perder tiempo, se apresuró a volver a la suite presidencial. Con rabia, cogió el móvil de la mesita y marcó un número.

"Ni Liqiang, ve al dormitorio de Qi Feng y saca el acuerdo de ahí. Antes de que Ni Jingyi regrese, pídele a su madre que resuelva lo del divorcio".

......

Entre tanto, los peatones caminaban aprisa por las calles de la ciudad de Beifeng.

Tras el ensordecedor sonido de los truenos, la lluvia fuerte caía sin cesar.

Qi Feng caminaba en dirección contraria a la masa de gente mientras se sentía deprimido.

Su situación ahora no era la mejor: se encontraba sin hogar y sin un lugar al que ir.

Era cierto que era descendiente de la familia Qi, una de las más ricas de la capital, y se suponía que pertenecía a la clase alta noble, pero al momento eso no le aseguraba nada.

Hace tres años, fue echado de la familia, y le cortaron los tendones de las manos y los pies. Ni Mengguang, el padre de su ahora esposa, se compadeció de él y lo salvó.

Su futuro suegro no tenía hijos varones, y al conocerlo pensó que Qi Feng era un hombre honesto. Por lo que, tras su recuperación, le sugirió que se casara con su hija.

Después de casarse, sus días no fueron tan buenos como antes. Todos los miembros de la familia Ni lo despreciaban. 

En especial después de que Ni Mengguang terminara en estado vegetal tras un accidente de auto, el cual ocurrió hace dos años. La otros Ni le dijeron que traía mala suerte y aprovecharon la situación para insultarlo aún más.

A pesar de aquella pesada carga, no se quejaba de los malos tratos. Porque, aun siendo un inútil, estaba casado con una mujer excelente como lo era su esposa. Eso era una bendición de Dios y estaba agradecido.

Sin embargo, después de mucho tiempo, comprendió poco a poco que el verdadero amor no era estar pendiente de su amada en todo momento, sino darle felicidad. Pero él no tenía esa capacidad en absoluto.

"Su novia debe haber roto con él".

"Qué tal perdedor. Debería aceptar su destino. ¿Cómo puede un mensajero soñar con tener una relación?".

"¿Un mensajero? Ni siquiera puede permitirse tener una casa. Estará enviando paquetes toda su vida".

Unos jóvenes que se escondían de la lluvia en la calle se burlaron al ver a Qi Feng, que al momento se encontraba fuera de sí.

Justo en ese momento, un Rolls-Royce se detuvo de repente frente a él mientras dos Mercedes-Benz S600 le seguían de cerca.

De pronto, un hombre vistiendo de traje se bajó del Mercedes-Benz y corrió hacia Qi Feng con un paraguas negro para protegerlo de la lluvia.

A continuación, un anciano de pelo blanco salió del Rolls-Royce. Estaba rodeado por varios hombres, que también vestían de traje y traían paraguas con ellos. Caminó rápido hacia donde estaba el deprimido hombre e hizo una reverencia con respeto.

"Joven Qi Feng, por fin lo hemos encontrado".

You may also like

Download APP for Free Reading

novelcat google down novelcat ios down