Home/ Huyendo del Rey Alfa Ongoing
Me obligaron a casarme con mi pareja, el Rey Alfa. Pero dije que no.
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Punto de vista de Annika.

"¡Oye, idiota! ¡¿Te Acabas de beber toda la leche?!" Le grité a Liam desde la cocina.

"¡Yo no fui!"

A juzgar por la dirección de donde provenía su voz y el olor que emanaba de él, seguramente estaba en la sala de televisión.

"¡Mentiroso! Puedo ver tu saliva en el cartón". Puse los ojos en blanco. "¡Solo espera, Liam! ¡Te golpearé el trasero!" Enseguida, me levanté y comencé a arrastrar mis pies.

El tonto de mi hermano seguía arrasando con todo lo que encontraba en el refrigerador, en verdad, tenía suerte de ser un hombre lobo, ya que en caso contrario probablemente sería un gordinflón.

"¡Liam!"

Cuando finalmente llegué a donde estaba, lo encontré en la ventana tratando de escaparse. De prisa, corrí hacia él, pero cuando estaba a punto de agarrarlo de la camisa, logró escabullirse y saltar, por lo que me quedé mirándolo de lejos enojada.

"¡Lo siento, hermana! Reunión alfa". Guiñó un ojo y se apresuró. ¡Uf, odiaba tanto a mi hermano!

De hecho, él era un Alfa de la Manada Piedra Azul. Yo también era la hija de un Alfa. De inmediato, aparté la mirada y bajé las escaleras de mal humor para encontrarme con Evangelina, mi mejor amiga.

"Buen día." Ella sonrió.

"No tan bueno...".

"Oh, es tu hermano, ¿no?" Ella se río. "Tú, más que nadie, deberías estar acostumbrada a su comportamiento, Annika".

"Realmente es tan molesto, que ni siquiera te atreverías a tenerlo a tu lado".

Entonces, ella se rio. "¿Tanto lo odias?", dijo siguiéndome el juego.

"Sí....¿Olvidaste cuando se volvió loco porque descubrió que un chico estaba en mi habitación?"

"Simplemente, estaba cumpliendo su rol de hermano mayor". Me contestó defendiéndolo, lo cual me irritó.

"¡Solo tenía 6 años!"

"¿En serio? Entonces realmente es un hermano sobre protector".

"No tienes idea."

La verdad es que en cierta manera entendía por qué estaba siendo tan protector conmigo. Nuestros padres habían muerto luego de que mi madre me hubiera dado a luz, dejándonos a ambos sin otra opción que sobrevivir solos sin su presencia. ¡Sí!, fue difícil vivir sin padres que pudieran aconsejarte, pero creo que debió haber sido mucho más difícil para Liam, quien había tenido un vínculo con mamá y papá. Yo, ni siquiera había llegado a conocerlos.

A pesar de que intenté investigar el motivo de su muerte, Liam siempre encontraba la manera de eludir el tema. En efecto, todos parecían saberlo, aunque preferían guardar el secreto, como si trataran de mantenerme alejada de todo eso. Sin embargo, nunca me molestó que me lo ocultaran.

Caminamos hasta llegar a la cocina, y mi amiga me dijo que me prepararía el desayuno en lugar de que comiera cereal. ¡Por eso la amaba tanto! Sin dudas, era la esposa perfecta.

"Algún día seré capaz de vencer su trasero alfa", dije de la nada.

"Me encantaría ver eso." Ella sonrió.

"¿Oh? ¿Entonces estás de mi lado ahora? Eres una p*rra". También le sonreí.

"¡Annika! Cuida tu lenguaje".

"Lo que sea." Puse los ojos en blanco.

Ella siempre había sido como mi mamá, me regañaba por todo, y cuando me refiero a eso estoy diciendo literalmente por todo. Incluso hasta había llorado por mí, por lo que me costaba entender como podía ser tan pura. Tal vez había tenido suerte. Los hombres lobo solían ser criaturas agresivas, pero ella era diferente.

Cuando terminó de prepararme su increíblemente delicioso desayuno, sonreí y comencé a llenar mi boca de inmediato.

¡Dios, estaba tan bueno!

"Tú debes ser mi madre", le dije mientras comía.

"Estás exagerando. Oh, antes de que olvide decírtelo". Se levantó y volvió con un papel en la mano.

"Toma"

"¿Qué es eso?" Levanté una ceja.

"Una advertencia."

"¿De quien?"

"El Alfa, dijo que solo tú puedes abrirlo. También eres un Alfa, ¿sabes?".

"No quiero". Dije y se lo devolví.

Por consiguiente, ella me miró desconcertada y preguntó. "¿Por qué?"

"Porque se trata de un asunto Alfa. No quiero involucrarme en una de esas reuniones aburridas".

"Solo léelo, también tengo curiosidad".

"¿Por qué no lo abres tú entonces?"

"Porque…" Me contestó, aunque luego hizo una pausa como si estuviera tratando de encontrar una respuesta. Ni siquiera sabia qué decir, lo cual era típico de Evangelina.

Entonces, suspiré. "¿De qué se tratará esto?"

"¿Cómo puedo saberlo?" Revoleó los ojos hacia mí.

"Bien", dije y finalmente abrí el correo que Liam había dejado. En tanto, mis ojos se deslizaron de un texto a otro, mientras las palabras se sumergían en mi mente, aunque... me detuve de repente cuando me di cuenta de que la advertencia era para mí.

Estaba dirigida a todas las lobas blancas del Rey Alfa y él nos advertía agresivamente que no nos resistiéramos, sino que nos sometiéramos a él una vez que se demostrara que una de nosotras era su compañera.

Cuando terminé de leer la carta, no pude evitar temblar de miedo. Iban a venir por mí. ¿De todas las personas, justo tenía que ser un Rey Alfa?

Afortunadamente, Evangelina me atrapó antes de que pudiera caer al frío suelo. Traté de detener el temblor de mis pies, pero no podía moverme.

Estaba segura de que no podía involucrarme con el rey Alfa, pero él había dicho que éramos la última manada, por lo que probablemente era la última loba blanca que estaba buscando.

En el Mundo de los Hombres Lobo, cada Alfa tenía su compañera, una Loba Blanca. Solo una loba blanca podía ser compañera de un Alfa. Es por eso que cuando cambié por primera vez, nunca entrené afuera o corrí con mi loba, de lo contrario ellos se darían cuenta de que era la compañera de un Alfa. Por lo cierto, todas las lobas blancas que conocía ya se habían convertido en Luna. De hecho, cuando una loba descubría que era una loba blanca, inmediatamente se exponía entre los alfas para encontrar a su pareja, pero yo no planeaba hacer eso.

¡De ninguna manera iba a ser la compañera de nadie! Aunque, todavía no estaba segura si él era mi compañero porque aún no nos habíamos visto. Pero, ¿realmente podría huir de un Rey Alfa? Deseaba con el alma que él no fuera mi compañero. ¡Maldición! ¡¿Por qué tenía miedo?! ¿Había entrenado duro durante los últimos años para nada? No. No permitiría que eso sucediera.

"¡Tienes que estar bromeando!" Dije con frustración.

Sin embargo, Evangelina estaba mucho más nerviosa que yo, y caminaba de un lado a otro como si estuviera tratando de pensar en algo. "No hagas eso, si ni siquiera vas a poder pensar en nada, Evangelina".

"Oh Dios, Annika, ¿qué haremos ahora?" Se dirigió a mí, ignorando lo que le había dicho.

"No lo sé", le dije la verdad. Afortunadamente, ella era la única persona que sabía que yo era una loba blanca, ya que había presenciado mi primer cambio, por lo que le hice prometer que no se lo contaría a nadie, ni a una sola alma.

•Escena retrospectiva•

"¡Oh, Dios mío, Annika! ¡Estás cambiando!" Evangelina dijo emocionada.

"¡Cállate! ¡Esto duele!", grité. Mis huesos crujían por todas partes y en ese momento estaba en el suelo frío.

No podía creer que ella estuviera feliz parada a mi lado mientras yo estaba en el peor momento de mi vida.

Ni siquiera imaginaba que podía llevar tanto tiempo un cambio.

"¡Eva! ¡Haz que se detenga! ¡Duele!"

"Por supuesto que te dolerá, es tu primer cambio, por eso está tomando tiempo. Solo espera".

"Dios, te juro que te mataré cuando vea a mi loba". Le dije entre suspiros, tratando de recuperar mi conciencia.

Las dos estábamos solas en una habitación. Todo comenzó cuando estábamos viendo una película, y le dije que me sentía extraña. Luego percibí que mis huesos se rompían, y a partir de ese momento lo único que deseaba era que se detuviera pronto.

"¡Estoy tan emocionada!"

"Si estás tan emocionado, por favor toma mi lugar". Alcancé a decirle.

A continuación, la miré y me concentré en mi agonía. Mis huesos eran más grandes y ya me estaba saliendo pelaje blanco. ¡Oh, no!

De pronto, ella suspiró.

Finalmente, me moví y miré a Evangelina que era más pequeña que yo. Mi forma de lobo se elevaba sobre su reducida estatura humana. Las dos estábamos sorprendidas en ese momento y realmente me costaba creer lo que estaba sucediendo.

"No puedo creer que seas una loba blanca", dijo Evangelina.

•Final de la escena retrospectiva•

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