About
Table of Contents
Comments (1)

  Zotz Pov.

  La luz dio en mis ojos obligándome a despertar, como siempre debía levantarme temprano y sin hacer ruido.

  Mi cuerpo dolía al moverme, los moretones y cortadas siempre dolían más al día siguiente. Y solo se hace peor cuando se acumulan.

  Me puse de pie y me coloque los desgastados zapatos que tenía, mire a ese cuerpo en el suelo que seguía durmiendo. Un hombre grande de aspecto tosco y maloliente a quien tenía la desdicha de llamar padre o viejo borracho,… que de todos modos es lo mismo.

  Mi madre había muerto de causas desconocidas pero conociendo la forma de cuidar que tiene ese hombre….esas causas desconocidas estaban bastante claras.

  Era un asco el estar simplemente en el mismo lugar que él, yo tenía que cuidar de mí y sinceramente, no sé cómo es que sigo vivo si sigo compartiendo el mismo espacio que él.

  Para mi buena suerte el solo está de vez en cuando, a veces desaparece por días y aunque he rogado por que no regrese,… siempre vuelve, se lleva el poco dinero que consigo, me da una golpiza por desafiarlo y se va, es como un ciclo sin fin.

  Tome un viejo morral y salí de esa….esa…choza llena de agujeros que apenas si se mantenía en pie.

  Trabajaba ayudando a una señora bastante mayor, ella me daba dinero por ayudarla a cocinar o a limpiar y en ocasiones me daba de comer. No sé si es triste o afortunado pero ella era la única persona a la que le tenía confianza.

  En cuanto a las otras personas…

  Yo… evitaba en lo posible ir al pueblo, ya que ellos me miran solo de tres formas,….con lastima, con asco y con otras intenciones que prefiero no pensar.

  Mi edad no ayuda mucho, no sé exactamente cuándo nací, pero la señora dice que debería tener como 7 o 8 años.

  Dice que hablo y pienso como alguien más grande, que soy demasiado listo para mi edad, pero si no fuera así…dudo que siguiera vivo hasta ahora.

  La señora es pobre y vive sola, es por eso que a veces no hay dinero o comida para pagarme y no la culpo, creo que es lo más parecido a una amiga o algo así.

  — ¡De nuevo te golpeo ese maldito! —

  —No, no es nada, ya me las pagara el viejo, por lo menos esta vez logre cortarlo, tiene una gran herida en el brazo derecho— Dije con una sonrisa satisfecha.

  —No deberías enfrentarte a él, un día podría matarte—

  Pues lo mismo es para él, algún día lo matare

  — ¿Cómo puedes decir eso? Eres su hijo y además eres un niño—

  —Eso no podría importarme menos. ¿Debe importarme cuando a él no?— Dije mirándola fríamente y alejándome, para ayudar en lo que hago normalmente.

  Después de eso, la anciana no me volvió a insistir en el tema, solo suspiro y me vio con algo de reprobación. Yo no cambiara mi forma de pensar o pretenderé ser algo que no soy. …Supongo que en eso tienen razón, no pienso como un niño de mi edad, pero tampoco he tenido lo que un niño normalmente tendría.

  Fui al pueblo esa tarde, la anciana me dio algo de dinero y fui a comparar un poco de pan. Solo puedo comprar una pieza o dos a la vez, si llevo más dinero se preguntan de dónde lo obtuve y en algunos casos me lo han quitado diciendo que lo robe. …Si solo tuviera un poco más de fuerza.

  Al terminar de comprar, un rumor llego a mis oídos antes de salir del pueblo.

  Según los aldeanos chismosos, una persona peligrosa ha llegado y vive algo lejos de aquí, rio arriba, dicen que es un…asesino.

  — ¿Qué clase de asesino? — Me acerque a preguntar, generalmente no tengo curiosidad pero algo me impulso a investigar.

  Se sobresaltaron al escuchar mi voz pero al mirarme sus ojos dejaron de mostrar sorpresa y solo me vieron despectivamente como siempre.

  —Ah, eres tú. — Dijo con desprecio el viejo que estaba hablando.

  — ¿Tengo que repetir mi pregunta? No pensé que además de viejo y feo fueras sordo— Comente sonriendo con burla.

  — ¡Maldito engendro de….!— El hombre alzo el puño dispuesto a pegarme.

  —Cálmate, es solo un mocoso. Solo está siendo curioso— Trato de defenderme el otro hombre con quien hablaba, este era más joven que el otro pero… la mirada que me dirigía no me gustaba, me daba escalofríos. Él se relamió los labios.

  ¡Ugh! Repugnante.

  —Es un asesino de primera clase o eso dicen, se encarga de todo tipo de trabajos, incluso de seres sobrenaturales—

  — ¿Sobrenaturales?...Eso ni siquiera existe—Dije incrédulo y sintiendo que perdí el tiempo hablando con estos.

  ¡¿Que no existe?! ¿Por qué crees que cada vez somos menos? Has tenido suerte pero algún día te encontraras con uno de esos seres y ya verás Respondió el hombre riendo satisfecho. Les reste importancia y seguí mi camino.

  Mi estómago rugió.

  Tenía hambre y la única forma de conseguir más comida sin pagar, era cazando o pescando…

  No soy bueno en ninguna de las dos formas pero al menos puedo intentar pescar,… tal vez tenga que ir rio arriba, y ya que estoy cerca… verificar si esos rumores son ciertos. No tengo nada mejor que hacer de todos modos.

  Subí por el bosque siguiendo el rio, y a lo lejos vi una silueta de lo que parecía una persona sentada a un lado del rio.

  Conforme me iba acercando trataba de no hacer ruido, logre ver que tapaba su rostro y cuerpo con una especie de capucha con un enorme gorro.

  No sé qué me sucede el día de hoy pero… seguí caminando hacia esa figura.

  Cuando estuve a unos cuantos metros la figura se giró rápidamente… Seguía sin verle el rostro pero unos mechones de cabello se dejaban ver entre su gorro.

  Cabello… ¿Morado?

  —Eres muy silencioso—Me hablo aquella figura. Tenía una voz agradable y no note malas intenciones. Aun así no me acerque, el tiempo me ha enseñado a ser cauteloso.

  Solo me dedique a ver aquella figura porque algo me impedía apartar la mirada. No sé si era curiosidad, pero nunca me había sentido así.

  — ¿Qué sucede? ¿Tienes miedo? —Pregunto.

  Por poco se me escapa una sonrisa ¿Miedo? ¿De qué? Esa figura del rio se veía muy pequeña, no tanto como yo, pero si más que ese hombre que me pega cada vez que lo veo y aun así, no le tengo miedo a ese hombre,… solo odio y repulsión.

  Seguí sin responder solo lo mire desde arriba con superioridad.

  Por fin se quitó el gorro, tenía el cabello morado claro y unos hermosos ojos azul cielo, jamás había visto nada igual ¿Porque se ocultaba? Apuesto a que todos deben desear ver ese cabello y ojos.

  No. En realidad no. Las personas son estúpidas. No deben ver su belleza como algo bueno.

  Incluso a mí me molestan y me odian por el color de mis ojos y cabello. Así que debe ser lo mismo en su caso.

  Supongo que es porque la gente es muy supersticiosa, por eso yo no creo en cosas sobrenaturales. De ser así, sería un demonio como todos dicen y esa fuerza ya la habría usado hace mucho contra ellos.

  …

  Salí de mis pensamientos y regrese mi atención a esa persona.

  Se ve bastante joven, pero he visto a algunas personas que no aparentan su edad.

  — ¡Oh! Tienes unos lindos ojos— Expreso amablemente y dándome una sonrisa.

  ¿Mis ojos? ¿Lindos?... ¡Qué tontería y que decepción! Otra persona hipócrita que solo busca ganarse mi confianza.

  ¡Todos en el pueblo dicen que mis ojos grises son repugnantes! Debió buscar una mentira mejor.

  ¡Ja!

  ¿Qué sigue?

  ¿Qué mi cabello rojo es genial?

  Si mi apariencia fuera agradable no tendría el asco y desprecio de todos en el pueblo.

  …

  Lo mire un momento y camine hacia atrás. Estaba por darme la vuelta para alejarme de ahí.

  — ¡Espera! ¡No te vayas! ¿Te ofendí?... Lo siento, no era mi intención ¡No te enfades! — Hablo muy rápido, y se inclinó hacia adelante para ponerse de pie. Su cabello se ondulaba y note que le llegaba un poco debajo de sus hombros.

  No sé por qué me detuve, no lo sé…pero me quede mirándolo de nuevo, esperando que dijera algo más.

  —Me…llamo Alba. ¿Cuál es tu nombre? — Pregunto con una sonrisa.

  No quiero hablarle, no sin estar seguro de que puedo confiar, pero he de admitir que me gusta su sonrisa.

  —Bien,… Supongo que no quieres decírmelo ahora… ¡Ya se! ¿Por qué no me ayudas? — Dijo alegre como si se le hubiera ocurrido lo mejor del mundo.

  Lo mire confundido, sé que solo soy un niño, pero… de verdad le pide ayuda a alguien que ni siquiera le ha dirigido la palabra y aún más importante… ¿Piensa que me iré con el sí ni siquiera tuve la confianza de decirle mi nombre?

  —No es nada raro o peligroso, solo necesito ayuda para plantar alrededor de mi casa. Es rio arriba, si me ayudas te pagare. Bueno,…tal vez no tenga tanto dinero pero puedo darte comida, ¿Qué dices te interesa? — Explico.

  Lo observe un momento, sus ojos demostraban sinceridad. No sabía qué hacer, se veía débil. Así que no creo que él sea el asesino del que hablaban los aldeanos.

  Además, dijo… ¿Darme comida?

  …Bien, es verdad que no como demasiado, hay días en los que no tengo nada para alimentarme, y… soy bastante delgado, supongo que por eso lo dice y francamente no estaría mal, pero aun así. No soy tan tonto como para seguir a un extraño.

  Di la vuelta y di otro paso para alejarme.

  — ¡No! ¡Espera! La verdad, yo…necesito ayuda. Digamos que los aldeanos no se llevan bien conmigo y…bueno….sé que es raro pedirle ayuda a un niño pero….algo me dice que eres confiable— Explico el extraño.

  ¿Confiable?... ¿Yo?... Esta persona no sabe nada de mí ¿Cómo puede decir eso?

  Sonreí con tristeza.

  —Sé que no te conozco como para decir algo así, pero de verdad lo creo—Dijo sincero, viéndome a los ojos fijamente.

  ¿Acaso lee la mente?

  …

  Me detuve a pensar en sí debería ayudarlo o no.

  Entiendo, por lo que está pasando, sobre todo por la parte de los aldeanos y sé que es difícil. Sin mencionar que aún estoy un poco curioso acerca de esta persona…

  Suspire fuertemente y lo mire…

  Bien, tal vez me arrepienta por esto, pero en fin.

  Asentí y el extraño sonrió de nuevo, era una sonrisa que nunca nadie me había dirigido. Fue tanta la impresión que tuve que desviar la vista abrumado.

  —Ven sígueme, mi casa es por aquí. Acabo de llegar y aún tengo muchas cosas que hacer—

  ¡Oh! Si, se nota que está ocupado, tan ocupado que lo encontré a la orilla del rio perdiendo el tiempo.

  Seguí al extraño y solo por un momento dude. Ya que los recuerdos de esos rumores me hicieron tener preocupación. Aunque al final me encogí de hombros al darme cuenta de todos los del pueblo son chismosos e hipócritas. Tal vez solo extendieron rumores de el como lo hicieron conmigo.

  — ¡Llegamos! Sé que es fea y aún tengo que arreglar algunas cosas, pero quedara bien—Dijo alegre acercándose a su casa.

  Era como una pequeña cabaña, tenía algunos agujeros y se veía muy vieja y desgastada. Aun así era mil veces mejor que el lugar donde yo vivía y no lo digo por la persona que comparte la casa conmigo.

  Me encogí de hombros restándole importancia.

  —Gracias—

  ¿Eh?… ¿Gracias?... ¿Por qué? No entiendo en que está pensando esta persona.

  Entramos a su casa. Había una cama igual de vieja, una pequeña mesa con dos sillas y algunos muebles pequeños.

  Siéntate Dijo amablemente.

  Dudoso le hice caso, las sillas eran algo grandes para mí, mis pies quedaban colgando.

  —Esta mañana fui a comprar al pueblo, mira lo que tengo—Dijo sacando en un pequeño recipiente fresas.

  ¿Fresas?, siempre las he visto pero nunca he podido comprar algunas, generalmente solo me alcanza el dinero para comprar pan.

  Las mire desconfiado, me gustaría probarlas, pero… ¿Porque un extraño le daría esto a alguien que acaba de conocer? Yo no puedo darle nada a cambio y él no se ve como esas personas que miran raro, y me dan escalofríos. Definitivamente… no lo entiendo.

  —Vamos no seas tímido, no me gusta comer solo—

  Tomó una fresa y la llevo a mi boca. Me sorprendió así que el logro meter la fresa en mi boca y la dejo ahí.

  Sin poder hacer nada más y con la curiosidad por el sabor ganando, mordí un trozo.

  Era deliciosa, jamás pensé que sabrían tan bien, pero más importante… ¿Que fue eso? ¿Por qué hizo eso?

  — ¿Qué tal esta? ¿Rica? —Interrogo.

  Mientras seguía analizando sus acciones solo pude asentir y de nuevo me dio esa enorme sonrisa. ¿Es posible que alguien sonría de esa manera sin tener motivos ocultos?

  Me anime a comer más fresas no solo porque eran deliciosas si no porque no quería arriesgarme a ese tipo de acciones de nuevo. Yo no estaba acostumbrado a esas cosas y menos de un extraño.

  El no paraba de hablar y en ningún momento me reclamo por no hablarle, tal vez pensó que no podía o algo así.

  Me conto como es que se cultivaban las fresas.

  —Me encantaría cultivarlas ¿Quieres ayudarme? —

  ¿Estar de nuevo con esta persona? Sigo sin saber sus intenciones, me intriga, me da curiosidad y para ser sincero me encanta el color de sus ojos y cabello. No estaría… mal, seguir viendo a esta persona ¿No?

  Asentí serio, y ahí está de nuevo,… una hermosa sonrisa.

  Definitivamente no creo que este mal seguir viéndolo.

  —Ya es bastante tarde, no creo que puedas ayudarme hoy... ¿Quieres quedarte a dormir? ¡Ah! pero tus padres se preocuparan ¿Verdad? —

  ¿Mis padres?... Con suerte ese viejo ya se largó de nuevo, además ¿Quedarme a dormir? Eso me dejaría vulnerable y el que me parezca interesante no quiere decir que confié en él, tal vez esto era lo que él quería lograr desde un principio, que bajara mi guardia.

  Ni siquiera le ayude a nada, todo eso fue… una mentira, odio las mentiras.

  Le sonreí amargamente, y por un momento note tristeza en su rostro… No, debe ser otro truco.

  Baje de la silla, camine hacia la puerta lentamente y la abrí.

  — ¿Vendrás mañana? ¿Te veré de nuevo? —Escuche su voz con un tono diferente a lo usual pero no me anime a mirarlo, solo seguí mi camino y cerré la puerta.

  En el camino a mi casa solo pensaba en lo que sucedió, no sé por qué al pensar en ese tono de sus últimas palabras y la tristeza en su rostro me duele un poco el pecho. Tal vez me estoy enfermando.

  Es raro, yo sé que no debo regresar pero… quiero volver. Y una parte de mi quería quedarse.

  Fui corriendo hasta mí….casa.

  Ya está oscuro, generalmente a esta hora ya estoy en mi casa, no es seguro estar afuera tan tarde, y menos en el bosque, donde hay animales salvajes, además he escuchado de muchas personas descuartizadas en los bosques de noche.

  De todos modos, por seguridad siempre cargo una daga conmigo, es algo que robe de un ladrón. Fue difícil y recibí una paliza ese día pero valió la pena. Esa daga me ha salvado muchas veces, incluso de ese viejo que se hace llamar padre.

  Aunque…para matarlo necesito una daga más grande.

  Al llegar a mi casa, escuche un ruido, me acerque con cuidado y me asome por la ventana con mi daga en mano.

  …Era ese estúpido viejo, tirando y volteando todo lo que encontraba a su paso.

  Supongo que buscando mis ahorros o algo que pudiera usar para comprar más alcohol. Sonreí satisfecho al ver su frustración.

  Como si dejara algo de valor en esta casucha conociéndolo. Las veces que me quito el dinero era porque lo traía conmigo cuando él llegaba.

  …Por otro lado, ya que el sigue aquí, no podre dormir bajo un techo el día de hoy.

  Suspire y regrese al bosque.

  El clima era bastante frio pero soportable. Al final prefiero pasar frio que estar en el mismo espacio que ese viejo y sin mencionar que se pone peor cuando no tengo nada que darle.

  Subí a un árbol y me acomode entre sus ramas, abrazando mi morral.

  Empezó a llover, sentía el agua fría golpear contra mi cuerpo.

  Empecé a temblar cuando mi cuerpo se entumió por el frio.

  Ante el pensamiento de no tener a donde ir por mi mente pasaron esos ojos azules llenos de amabilidad, como si ese fuera mi rayo de esperanza.

  ¡Je!…¡Que tonto soy! Como si tuviera alguien a quien recurrir.

  La lluvia congelo mi cuerpo, estaba temblando cada vez más fuerte. Me encogí tratando de cubrirme lo más posible con las ramas y trate de conservar algo de calor, hasta que saliera el sol.

  Dormir es… peligroso en esta situación, intente quedarme despierto lo más que pude y cuando la lluvia paro, por fin el sueño me venció.

  …

  En realidad no sé por qué me esfuerzo tanto por sobrevivir.

  Y no es como si quisiera morir, pero tampoco tengo muchas razones por las que vivir, simplemente… trato de…seguir, quizás… en el fondo tengo esperanzas de que todo cambie. No lo sé.

  Lo único de lo que estoy seguro ahora, es que me gustaría…volver a comer fresas y ver…de nuevo esos lindos ojos azules con ese hermoso cabello. …Si, eso… me gustaría.

You may also like

Download APP for Free Reading

novelcat google down novelcat ios down