Capítulo 1 Un sonido raro

En una habitación del hotel, la cual estaba decorada con un tema relacionado con la realeza, se escuchó la voz de una mujer llena de placer. "Mmmm".

La colcha de terciopelo y la ropa del hombre se encontraban en el suelo.

El hombre de gran físico y piel bronceada, se encontraba sobre el cuerpo esbelto y blanco de la mujer, ambos juntos en la misma cama grande.

Los pechos de la mujer eran muy suaves. Es por eso que Peter Parker, quien nunca caía ante las tentaciones carnales, perdiera la compostura.

En ese instante, Peter logró calmarse. Sin embargo, de pronto la mujer se movió, tocando sin querer una parte sensible de su cuerpo. Por poco, casi perdió la compostura.

"Ahh" La mujer emitió otro sonido.

Este gemido, similar al llanto de un gatito, hizo que el cuerpo de Peter se excitara al instante.

Entonces, una vez más, pudo controlarse y recuperar el sentido común.

No.

Se dijo a sí mismo que era una trampa camuflada de dulzura.

Una vez que cayera, estaría condenado a quedar atrapado para siempre.

Se incorporó un poco, respiró hondo y el sudor de su frente cayó sobre la piel clara de la mujer.

Después de que sus deseos pasionales desaparecieran, poco a poco su cuerpo comenzó a enfriarse como si estuviera cubierto por el hielo y la nieve.

Miró a la mujer de piel clara tumbada en la cama. Parecía que una luz brillaba ante sus ojos, movió la parte lateral de sus finos labios y esbozó una sonrisa sarcástica.

Tras encender un cigarrillo, se sentó relajado en el sofá, esperando a que la mujer se despertara.

El tiempo transcurrió sin cesar. Ya había pasado una hora.

Era muy raro. Maya Johnson sintió que no tenía control sobre su cuerpo, esa sensación le hacía acordar a cuando estaba borracha. Ya que ni siquiera sabía qué estaba pasando.

De repente, se oyó un trueno. Por lo que, el fuerte sonido la despertó.

Entonces se sentó en la cama. Cuando se dio cuenta de que no llevaba ropa, de pronto abrió los ojos de par en par y tomó la colcha de la cama para cubrirse.

¿En dónde estaba?

Ella empezó a parpadear y miró para todos lados con sus grandes ojos. Al ver a un hombre sentado en el sofá mirándola fijamente, Maya gritó al instante.

"¡Ah! ¿Quién eres?"

Al escuchar su pregunta, Peter frunció el ceño y se levantó del sofá. Después, se acercó a ella con el torso descubierto. Luego, se dirigió a la cabecera de la cama, entrecerró los ojos y dijo en voz baja: "¡Qué buena actriz eres! Felicito tu actuación".

Maya se sorprendió. Alzó la mirada y observó al hombre. Entonces no pudo evitar gritar: "¡No sé de qué estás hablando!"

La mujer se envolvió bien para impedir que su cuerpo quedara al descubierto.

Al verla así, Peter se burló y dijo con sarcasmo: "Te me insinuaste al quitarte la ropa. Después, te metiste a mi cama. ¿Por qué te haces ahora la tonta?"

"¿Qué?" Maya se quedó atónita. No sabía si había oído mal.

"Dime, ¿quién te pidió que vinieras? ¿Cuál es tu propósito?" Peter no quiso andarse con rodeos, así que le preguntó de forma directa.

Maya abrió los ojos y contestó confundida: "¿De qué estás hablando? ¿Estás enfermo?"

¿Acaso él sufría algún trastorno delirante?

"¿Te quitaste la ropa y corriste a mi cama sin ningún propósito?" Preguntó el hombre con frialdad.

"¡No puede ser cierto!" Maya estaba sorprendida.

Al ver en la mirada del hombre ira y seriedad, de repente se dio cuenta de algo y no pudo evitar decir: "Esto es un malentendido. ¿Te has expresado mal?"

"¿Me he expresado mal?" El hombre sonrió con frialdad y dijo con sarcasmo: "Tu actuación es muy convincente. ¿Malentendido? Te quitaste la ropa, lo recuerdas, ¿verdad?"

Maya se sonrojó. Luego miró la habitación de manera inconsciente. ¿Dónde estaba Jamie Olsen?

¿Cómo pudo ocurrir algo así en la que se suponía sería su noche con Jamie?

¿Dónde está Jamie?

Estaba en trance cuando oyó al hombre decir con voz grave: "¡Vístete ya! No quiero verte en mi cama".

Después de eso, se dio la vuelta y se dirigió al baño.

Le vino un mal presentimiento a la mente, Maya no pudo dejar de apretar las manos.

¿Dónde está mi ropa?

¿Dónde está mi bolso?

Ah, y ¿dónde está mi teléfono?

¿Dónde están mis cosas?

No había ninguna de sus prendas en la habitación. Así que se envolvió con una manta y miró toda la habitación.

Un momento.

La habitación se veía diferente.

Mientras no sabía qué hacer, volvió a oír pasos.

De repente, Maya alzó la vista y vio que regresaba el hombre alto.

Ella se quedó aturdida, pues no podía ver nada. Tenía una bata grande cubriendo su cabeza.

"¿Qué estás esperando? ¿Acaso no quieres irte?" El hombre miró con desprecio a Maya y dijo con voz fría: "¡Por si acaso, no me interesan las mujeres de tu tipo que se atreven a meterse en la cama de cualquiera!"

"Tú..." Maya se sintió humillada y miró con odio a ese hombre.

Se veía como un apuesto caballero. Pero, ¿cómo es posible que diga palabras tan desagradables?

Él es Peter Parker y podría conquistar a cualquier mujer.

Pero nunca le gustaron las mujeres como ella.

"¿Sigues aquí?"

Maya se sonrojó y bajó la cabeza, sintiéndose avergonzada. "¡No tengo ropa ni zapatos!"

Peter se quedó atónito y un poco sorprendido.

"¿Y?"

Maya iba a decir algo, pero Peter ya se había acercado. La tomó del brazo, abrió la puerta y la sacó de allí.

Luego, la puerta se cerró de golpe.

Maya se quedó en la puerta y quiso estirar la mano para golpearla, pero cuando vio el número que había en ella, de inmediato se quedó boquiabierta.

Esa no era la habitación que reservó con Jamie.

Ella miró incrédula el número de la puerta de al lado y, sin dudarlo, se dirigió de inmediato a la puerta de la habitación contigua. Tenía un mal presentimiento.

Introdujo la tarjeta en la cerradura de la puerta y la dejó allí.

En ese momento, ella estaba sorprendida, luego abrió la puerta y entró.

"Mmm... Ah..." Un gemido se escuchó del interior.

"¡Cariño, qué bueno eres!"

De pronto, ella se quedó paralizada.