Home/ Casada con el poderoso CEO Ongoing
Después de la muerte de su prometido, Chloe cayó en la trampa del hombre más poderoso. ¿Se dará cuenta que ella también fue la chica que él perdió por primera vez?
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"¡Lo siento, no fue intencional!". Debido a su error, el spray para el cabello manchó todo el cuello de la camisa de su cliente.

Era la segunda vez que lo estropeaba todo.

Chloe Shafter sentía que ese día todo terminaría para ella.

Ni siquiera un aprendiz cometería un error como este, mucho menos un estilista profesional. Si seguía actuando así, el final de su carrera no estaba lejos.

El hombre que era su cliente poseía un par de ojos almendrados. Sus párpados se inclinaban ligeramente hacia arriba y su mirada era un tanto fría.

La gente suele decir que un hombre así podría ser cruel y despiadado.

La mirada de Noah Hazel se posó de nuevo en la clavícula de Chloe.

Tenía una marca de nacimiento en forma de llama, del tamaño de una uña, en medio de su delicada clavícula.

Su aspecto era encantador y cálido.

"Es la segunda camisa que estropeas". Noah miró su prenda dañada antes de volver a mirar a Chloe, entrecerrando ligeramente los ojos.

Ella sintió una presión abrumadora en la espalda.

"¡Lo siento mucho…!", exclamó con voz trémula. Le temblaban las manos.

Justo cuando se estaba preparando mentalmente para el inevitable desenlace, Noah se inclinó de repente para susurrarle en la oreja y sonrió maliciosamente: "¿Estás intentando retenerme aquí el mayor tiempo posible?"

Súbitamente, su cálido aliento llegó a sus oídos, y las hormonas que exudaba la invadieron al instante.

Las pupilas de Chloe se contrajeron de inmediato.

Su cuerpo reaccionó instintivamente, extendiendo la mano y preparándose para empujarlo.

Sus dedos rozaron el pecho de él, y el contacto fue tan intenso que la hizo retirarlos rápidamente, como si acabara de tocar un hierro al rojo vivo.

Chloe retrocedió torpemente, pero había olvidado que detrás de ella había un tocador, e inmediatamente se encontró acorralada.

Justo cuando estaba a punto de levantarse, Noah se inclinó sobre ella, acercando demasiado su rostro. Las puntas de sus narices casi se rozaban.

Chloe no se atrevía a respirar. Sus labios temblaron ligeramente, su corazón latió más rápido y en un abrir y cerrar de ojos, su cerebro se quedó en blanco.

Mirando sus orejas cada vez más rojas, Noah sonrió discretamente.

"Esta es tu última oportunidad", dijo con su agradable voz a Chloe, y por un momento, ella casi no podía creer sus palabras. ¿Se había librado de las consecuencias?

El hombre era un magnate de negocios capaz de causar conmoción en la industria.

Tenía fama de ser un profesional implacable y despiadado.

Era el legendario presidente del Hazel Financial Group y uno de los solteros más codiciados, conocido por atraer el amor y la admiración de innumerables de mujeres...

Se decían muchas cosas acerca de él, pero una que le llamaba especialmente la atención a Chloe era que si alguien cometía un error delante de él, ¡esa persona podía despedirse para siempre de su carrera en ese sector!

'He cometido dos errores seguidos hoy, ¿y aún así no me hizo nada?', reflexionó.

El hombre, que era muy alto, finalmente se apartó de ella. Chloe, que solo medía 165 centímetros, se sintió de repente mucho más a gusto, así que se enderezó.

"Señorita, aún me quedan quince minutos", le recordó Noah amablemente a la muchacha.

De repente, ella volvió en sí y se apresuró a terminar el resto de su trabajo.

Después de peinarlo, preguntó inquieta: "¿De cuánto... es la compensación por las dos prendas?".

Noah la miró con leve interés y le dijo: "Ya que has tomado la iniciativa de admitir tu error, solo se te cobrará el precio de las camisas, que es de quinientos mil cada una".

"¡¿Qué?! ¡¿Estas dos prendas valen un millón?!"

El rostro de Chloe palideció inmediatamente ante sus palabras.

"¿Qué pasa? ¿No te lo puedes permitir? O... ¿quieres pagarlo de otra manera?". Noah contempló su nuevo estilo y miró a Chloe a través del espejo fijamente...

Tras pronunciar aquellas palabras, se levantó y se marchó despreocupadamente.

Chloe estaba tan enfadada que no podía hablar.

Como presidente de la Hazel Financial Group, podía comprarse un par nuevo sin ningún inconveniente...

De repente, sonó su celular. Cuando miró el número en su teléfono, sintió un repentino dolor en el corazón y se apresuró a atender la llamada: "¡Hola, tía!, ¿hay noticias de Brandon?"

Hubo un largo silencio al otro lado de la línea. Después de un minuto, una voz cansada dijo: "La policía dice que han pasado cuarenta y ocho horas tratando de rescatarlo. Me temo que no hay esperanzas de que haya sobrevivido".

¡Pum…! Así, de repente, su mente se llenó de ruido blanco.

Le fallaron las rodillas y se desplomó sobre la alfombra.

"¿Brandon está…? ¿Muerto?"

¿Cómo... cómo pudo morir así?

¿No habían prometido que pasarían el resto de sus vidas juntos?

¿Esta vez no habían prometido que se comprometerían cuando regresaran?

"¡Brandon, eres un mentiroso!"

No se dio cuenta de cuándo abandonó el local.

Al recobrar el sentido, se dio cuenta de que estaba empapada por la lluvia que caía incesante.

Levantó la mano para limpiarse la cara, sin saber si la causa de que tuviera la vista borrosa era la lluvia o las lágrimas.

Lo único que quería era llorar y descargar su ira. 

Y sin embargo, a pesar del horrible dolor que sentía en el pecho, no podía llorar.

Avanzó a trompicones bajo la lluvia torrencial. En este mundo solo le quedaba la desolación.

Noah vio la figura tambaleante al borde de la carretera y reconoció al instante a la mujer que acababa de peinarlo. De repente sintió una punzada en el corazón. Cuando su coche estaba a punto de pasar junto a ella, le ordenó al conductor: "¡Detente!"

El Rolls-Royce blanco se detuvo de inmediato y la ventanilla bajó lentamente. En aquel día lluvioso, su apuesto rostro parecía más bien el de un dios de otro mundo.

La mujer bajo la lluvia no pareció reparar en él en absoluto. No pudo evitar fruncir un poco el ceño.

Nunca había sido ignorado de esa forma.

"¡Sube al auto!", dijo, ligeramente irritado. ¿Era tonta esta mujer? Ni siquiera llevaba un paraguas con ese aguacero torrencial.

Cuando Chloe oyó la voz a sus espaldas, se irguió automáticamente y se dio la vuelta.

Al ver el rostro frío y hermoso de Noah, fue como si se hubiera roto un dique y todas las lágrimas que había estado conteniendo se desbordaran como olas del océano. No entendía por qué finalmente podía llorar.

Sus labios temblaron y las lágrimas rodaron por sus mejillas.

Aunque no era más que un desconocido para ella, solo quería hablar con alguien de su tristeza, porque no tenía a nadie más en el mundo que la escuchara.

Como resultado, no pudo evitar decir: "Está muerto. No puede volver... No puede volver... No volverá nunca más..."

Antes de que pudiera terminar de pronunciar aquellas palabras, ya se estaba ahogando y sollozaba miserablemente.

Noah contempló a Chloe, que de repente parecía tan frágil como un trozo de papel de seda. Era como si hasta una ligera brisa pudiera romperla en pedazos.

No sabía por qué su enfado se había disipado en un instante.

Le abrió la puerta del coche: "¡Vamos, entra, por favor!", le dijo con un tono mucho más gentil.

Como una persona que se estaba ahogando y se agarraba desesperadamente a una tabla de madera para sobrevivir, Chloe subió al coche sin vacilar.

Después se acurrucó en el asiento y lloró como una niña.

Su corazón se paralizaba de terror cada vez que le venía a la mente la idea de resistir sola en la oscuridad. No quería estar sola...

 "Vamos a la Mansión Gem", le dijo Noah al conductor entrecerrando los ojos.

El conductor se quedó atónito por un momento y luego asintió con la cabeza en señal de comprensión, dirigiéndose rápidamente al lugar indicado.

Cuando Chloe se recompuso, se dio cuenta que habían llegado a una enorme mansión.

Al admirar las exquisitas pero sencillas habitaciones de estilo europeo, recordó de repente que se había subido al coche de un completo desconocido y había viajado con él de la forma más lamentable posible...

Inconscientemente, Chloe se irguió, cogió su bolso y se dispuso a huir despavorida.

"¿Adónde vas? Me debes dinero ¿y ya estás intentando huir?", dijo una voz distante e indiferente.

Se dio la vuelta y vio a Noah caminando hacia ella mientras se secaba el pelo vestido con su pijama blanco.

Su pelo corto y negro, recién lavado, estaba desordenado y al mismo tiempo pulcro, lo que le daba un aspecto aún más rebelde y dominante.

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