ADVERTENCIA⚠️

Esta novela tiene contenido altamente sexual y explícito, tiene escenas de abuso físico y sexual por lo que no la recomiendo a menores de 18 años.

sin más empecemos....

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La tarde estaba gris y soplava el viento otoñal característico de septiembre, Tamar iba caminando por las calles frías en dirección a su apartamento en un edificio cuyos cimientos estaban por colapsar. Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico hace tres años cuando ella apenas terminaba la secundaria quedando sola dejándola sola con cuentas que no podía pagar una orden de desalojo que la dejaba en la calle. Esto la obligó a rentar un cuarto mediocre y buscar empleo abandonando sus sueños de asistir a la universidad.

Hoy con 20 años solo tenía un empleo de mesera en el caffe a 2 cuadras de su apartamento, la paga era miserable pero a escondidas recibía jugosas propinas que ayudaban mucho. Vestía su uniforme de mesera con un desgastado abrigo encima y unas zapatillas bajas completaban su atuendo... miro el reloj en su muñeca y comprobó que efectivamente era tarde y maldiciendo se quedó parada frente a su edificio tras darse cuenta que no alcanzaría a entrar para por lo menos darse un baño antes de volver a salir.. pues ni modo tenia que seguir caminando.

Su única amiga la había invitado a una fiesta a la que no quería faltar y ya estaba llegando tarde por lo que tuvo que apurar el paso.. a poco de llegar se detuvo a intentar arreglar un poco su horrible apariencia saltándose las trenzas y dejando suelto su larga cabellera negra que le llegaba las caderas y resaltaba sobre su piel pálida, no le gustaba tenerlo tan largo pero con su situación económica no podía visitar el salón con frecuencia..

Por fin llego a la dirección indicada y alzó la vista hacia el edificio que se encontraba frente a ella, nada que ver con el lugar donde ella vivía y hasta pena le dio pisar el lugar pero ni modo ya que si no llegaba su amiga no se lo perdonaría.

TAMAR

-Buenas tardes me podría indicar donde puedo encontrar a Enia Becker? - digo acercándome a la chica que esta en recepción y esta me mira con desdén murmurando cosas inentendibles haciéndome sentir ridícula y me obligó a contener las ganas de volver por donde vine.

Derrepente se un ruido detrás de mi me sobresalta y dirijo mi atención a la puerta de acceso y lo que veo es una pobre chica de rodillas recogiendo frenéticamente unos papeles del piso mientras un hombre la miraba de reojo

- Non riesci nemmeno a tenere dei fogli correttamente?  dijo el tipo con un aura imponente

  Su voz era grave, sexi y muy varonil, media como

1,90 y tenia el pelo rubio.. iba vestido con jeans negros y camisa blanca ajustada que marcaba muy bien esos músculos.

- dovresti tornare con il mio inutile padre- voltea acercándose  a la recepción.

Me mira y lanza una sonrisa de lado que me derrite y acelera mis latidos, mi cuerpo reacciono por voluntar propia y no pude evitar sonrrojarme.. desde que terminé con mi novio en la secundaria no volví a tener tiempo para una relación y hasta me avergüenza admitir que a mis 20 años apenas eh llegado a unos besos inocentes con los hombres.. asique no puedo evitar sonrojarme y quedar envelesada viendo a este magnífico hombre.

- Disculpe, busco el apartamento de Enia Becker- lo escucho preguntar a la recepcionista quien no esta más concentrada que yo y tarda unos segundos en reaccionar.

- Último piso- dice por fin, con que a él si le responde la muy zorra. Sin perder más tiempo me dirijo al ascensor y el rubio hace lo mismo y voltea a decirle algo a la chica que venía con el en otro idioma que si no estoy mal es Italiano.

El lugar se siente muy estrecho con el adentro y no puedo evitar ponerme nerviosa, siento su mirada sobre mi y en un momento cuando ya no aguanto volteo a mirarlo y nuestras miradas se encuentran... tiene unos ojos azules y un mentón de rasgos increíblemente varoniles y un cuerpo marcado bajo una camisa blanca que pareciera hecha solo para el y una mirada profunda que te atrapa con facilidad, todo el irradia peligro y pecado.