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  Trate de mantenerme al margen y guardar un poco la compostura apenas el Señor Blake murio ya qué sería de mal gusto ponerme a hacer una fiesta para festejar las buenas nuevas, me estaba comportando como un buitre y lo que es peor, no me avergüenza ni un poco decírmelo a mi misma a viva voz. Tenia un par de hombres buscando el paradero de mamá ya que evidentemente hay cuentas que saldar y esa mujer lleva evitandome hacia semanas, esa mujer era escurridiza y me da pena ver que no fui invitada al velorio.

  Vi a detalle mi reflejo en el espejo de mano para limpiar un poco mi labial carmin de acabado aterciopelado cuando el par de golpes en la puerta de mi oficina me exaltó la sangre, me sentía ansiosa.

  —Adelante— anuncie a la vez que guardaba mi espejo, el par de tipos sonrientes se abrieron paso hasta el par de sillas frente a mi escritorio, tome aire —Por su bien espero de todo corazón que traigan buenas noticias

  —¡Las tenemos!— Darius me anuncio fanfarron a la vez que encendía un cigarrillo de marihuana —La encontramos ¿Cierto?— golpeó suavemente el hombro de Alek para hacerlo asentir cómplice —Resulta que volvió a su viejo departamento

  Alek asintió —El departamento que le compro el señor Blake cuando recién se conocieron

  Y que extraño, frunci el ceño curiosa porque ella era la viuda ¿Por que irse de la mansión? Así no era ella, tome mi bolso y un cigarrillo para ponerlo sobre mis labios, Darius me ayudo a encenderlo, Sonreí y solté el humo.

  —Habra qué ir a darle nuestras condolencias

  Salimos del club qué a esta hora de la noche estaba casi que a reventar, la luz roja y la mezcla de olores nauseabundos me embriagaban apenas cruce la puerta. Conozco a mi señora madre, por mucho más interesada que yo, no me creo para nada ese cuento de que esta dolida.Cuando tenia 9 la vi quitarle todo al qué en aquel entonces era su marido, lo dejo en la calle y el hombre se hundió en alcohol, fueron meses de verlo borracho y llorando en el jardín hasta que finalmente mamá le puso una orden de restricción, que irónico.

  Este era un edificio lujoso en el centro de la ciudad, toque el timbre del departamento dándole el resto de mi cigarrillo a Alek, la puerta se abrió y apenas sus ojos se posaron en mi intento con desespero cerrarnos la puerta en la cara como tremenda grosería, Darius y Alek empujaron la misma hasta que ella trastabillo y mi paso al interior fue libre.

  Suspire —Mujer, ¿Que bienvenida ha sido esa?— retire mi abrigo y lo deje con cuidado sobre una se las silla del comedor de cristal

  —Largate de aquí— me intento atacar pero Darius la freno de golpe para evitar que se me acercara —Dile a tu perro faldero que no me toque

  Me queje —Dios mio mujer, siéntate ya— le hice una seña a Alek para que la hiciera tomar asiento en el sofá frente a mi —No te veo ricachona y despilfarrando dinero ajeno ¿Por que?

  Desvío su vista de mi —Fuiste tu, ¿No es cierto?

  —¿De qué me hablas?— qué bonitas me quedaron las uñas hoy —No entiendo

  —Tu lo mataste— me acuso con los ojos aguados —Tuviste que haber sido tu, Colette, no puedo creer que me hicieras esto

  —No se que disparates dices, mejor hablemos de dinero— recargue mi codo sobre la mesa para recargar mi mentón sobre mi palma —¿Cuanto te dejo de herencia?

  —¡No me dejo nada!— sollozo, cubrió su rostro con sus manos casi desesperada —¡No tengo nada!

  Que tonteria —Pero estaban casados

  —No tengo nada Colette, el no me dejo ni un maldito centavo— me reprochó —Su hijo es dueño de todo y me corrió, apenas y me dejo conservar este departamento— frustrada jalo su cuero cabelludo —¡Resulta que también es suyo!

  ... ¡Que mujer tan tonta! Solté una carcajada escandalosa mientras desatada aplaudi con afán, poco me importa lo molesta que me miraba o lo mucho que me he descontrolado riéndome de tal forma pero era una cosa muy maravillosa la que esta pasando

  —¡Te uso!— tome aire —Fuiste su juguete ¿Señora Blake? Esa jamás fuiste tu

  —Pudrete— vocifero desganada —Si has venido a tomar mi dinero te digo de una vez que aquí no vas a encontrar nada

  —Es lo que veo, me da lástima tu situacion— me puse de pie para caminar por toda la sala mirando cuadro por cuadro dejando que el silencio se rompiera tras cada taconeo mio, nuevamente mis planes se hundieron —Qué hermosa vista hay aqui— susurre desde el ventanal que servía de puerta al balcón —Chicos, miren esto

  La oscuridad de la noche en perfecta sincronía con las luces de los edificios vecinos y los autos qué yacían en un vaivén en la carretera, desde aquí todos parecen hormigas, lo son pero desde aquí lo parecen aun más. Necesitaba una idea nueva, algo que me funcionara si o si, lleve mi izquierda a mi cintura y la derecha la recargue sobre el cristal.

  Necesito un cigarrillo.

  —¿Como dices que se llama su hijo?— le cuestione

  —Bastian— me susurro con desconfianza —¿Por que?

  ¿Bastian Blake? Pues que bonito nombre tiene el hijo de perra —¿El no estaba en New York?

  —Pues volvió para quedarse— resoplo burlona y se puso de pie para tomar un poco de whisky sobre la mesa de centro —Olvidalo, ni creas que le sacaras un solo centavo a el, ya lo intente y me mando al diablo

  —¡El diablo es buen amigo mio!— le alegue con fastidio, necesito la mente en blanco y su voz me aturde —Es un hombre, madre, cada uno es distinto y hay que aprender a manejarlos dependiendo su calaña— saque la cajetilla de cigarros del bolsillo de los Jeans de Darius para tomar uno —Pero es verdad que son iguales en lo que cabe, todos tienen algo en común

  Me di la vuelta para recargar mi espalda en el ventanal soplando el humo una vez Alek me ayudo a encender mi cigarro, la vi casi curiosa esperando por mi monólogo pero no tengo muchas ganas de alargar la charla, hay mucho que hacer, repase la vista en Darius y Sonreí cómplice.

  —Todos se calientan muy rapido

  Hizo una mueca —Que molesto es escuchar a mi hija decir esas cosas

  Resople —Al carajos con tu doble moral, Ellen

  Me encamine a la salida —Dijiste que ya dejarías de fumar, Colette— me regaño

  —Digo muchas cosas

  Vi a Alek tomar mi abrigo para salir junto conmigo del departamento. Tenia que maquinar un plan, algo que me permitiera tomar todo el dinero que se me viniera en gana, tome aire para darle una calada más al cigarrillo.

  —Necesito que investiguen a Bastian Blake, quiero saber todo de el, donde vive, donde desayuna, si tiene amigos, si tiene novia, sus lugares recurrentes— ¡estoy frustrada! La muerte del señor Blake fue para nada, todo ese maldito drama para nada —¡Maldición! Si se hace una paja quiero saber cuanto dura, quiero saberlo todo

  Ambos asintieron.

  No es que fuese una mala persona pero si se me atraviesa alguien en el camino es por obviedad que tomaré cartas en el asunto para hacer fáciles las cosas, no debería ser difícil de entender.

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